01 Dic LAS TRIBUS DEL SURF (VOL II)
Una antropología del surf aún más avanzada.
En nuestro artículo ‘Las tribus del surf vol I’, profundizamos en la condición surfera humana. Para ello conseguimos explorar y delimitar 4 tipos de surfero: el hípster, el anti-hipster, el competitivo y el local de toda la vida.
Pero ahondando en nuestra investigación y sobre todo, a petición popular, hemos desenmascarado otros tipos dentro de la extensa especie que son las tribus del surf. ¿Quieres conocerlas?
El que amaba los 80. Los 80 y 90 ya están muertos
Este modelo de surfer se quedó anclado de forma perpetua en alguna fecha allá entre 1985 y 1997. Todavía lleva la misma tabla, el 3/2, el corte de pelo y el traje de baño que ya hasta cruje, que el día que surfeó su mejor ola.
Generalmente este espécimen surfea bastante mejor que la media. No se suele comportar como un idiota con nadie ni fuera ni dentro del agua, porque su cerebro ya está demasiado frito. Te gritará ‘¡A por ella, que viene buena!’ mientras rema con su T&C decrépito de colores fluorescentes.
Con un tatuaje tribal de brazalete, con el cerebro frito y muerto por dentro. Pero también luce una gran sonrisa y un comentario optimista y agradable para todo aquel que está a su lado en el agua. ‘¿Qué buen día hoy, no?. Sí, amigo, así es.
El de olas grandes
Al surfer o a la surfer de olas grandes, les gusta el tamaño. Curiosamente son aquellos que ya desde pequeños subían más alto, caían con más fuerza, y generalmente mostraban un desprecio anormal por su propia salud y seguridad.
Al encontrar el surf, estos surfers rápidamente descubrieron una salida relativamente saludable para su exceso de adrenalina. También descubrieron que tener relativamente poco talento para el deporte, por una vez, no era un obstáculo. Una vez que las olas comenzaban a crecer lo suficiente como para diferenciar a los hombres de los niños (o a las mujeres de las niñas), ellos estaban ahí.
Al tipo de olas grandes a menudo no se le ve durante meses. Solo aparece como un zombie una vez que las olas superan los seis pies. Luego desempolvará una de sus tablas de surf de gran tamaño que yacen apiladas en su garaje y saldrá con un ojo de acero y una sonrisa masoquista enloquecida de camino al pico.
En su elemento, no dudará en ejercitar su superioridad ligeramente desquiciada, cogiendo sus olas gigantes con total tranquilidad y espíritu freak. Seguro que conoces alguno.
El Surfer de interior
Esta especie dentro de las tribus del surf es muy peculiar. A pesar de tener viajes de cerca de 6 horas para llegar a cualquier rompiente, quizás ninguna otra de las tribus mostrará tanto nivel de entusiasmo como el surfer que vive lejos del mar.
Suelen pertenecer a dos tipos: los que se vieron forzados a desplazarse al interior por trabajo o por amor, o los que han descubierto este deporte tarde en la vida. Como tales, tratan desesperadamente de salvar la distancia geográfica y el vacío de olas absorbiendo todo lo que puedan de la cultura del surf de todas las maneras posibles. Pasan como 45 días completos al año viendo las competiciones de surf por televisión, y compran todo el material nuevo en cuanto sale por internet, o pasan largas horas mirando las previsiones.
Sin embargo, la mayor parte del tiempo lo dedicarán a investigar y organizar su semana de vacaciones de surf anual. Siguen amenazando cada cierto tiempo con dejar a la novia/trabajo, esposo/hogar y mudarse a la playa. Aunque, lamentablemente, la mayor parte de las veces no lo hacen.
El veterano de Indo
Indonesia es el país que alberga las olas más perfectas que cualquier otro destino del planeta. Con lo cual es un destino obvio para cualquier surfista que quiera surfear olas fantásticas en bañador. Muchos visitan Indo, otros regresan alguna vez, pero algunos se vuelven realmente adictos. Las extrañas vacaciones se convierten en un viaje anual, que curiosamente se va alargando cada año.
Durante aproximadamente dos meses, el veterano de Indo abandonará sin remordimientos todo tipo de asuntos como socios, niños, padres, enfermos, mascotas y trabajos para acogerse a los cálidos climas del archipiélago. Volverán con un bronceado escamoso, pecas y la incapacidad de surfear cualquier ola que no exista en Indonesia.
Prefieren surfear con calzoncillos hechos de abejas asesinas que ponerse un neopreno, y a menudo se les puede escuchar comparando un menú de 3 platos con una izquierda perfecta en Indonesia (que viene con masaje gratis). Su colección de posavasos Bintang es tan grande que a menudo necesita un armario nuevo para guardarlos.
El pijo
Un portaequipajes de 1000 euros en un Audi V8, con tablas en sus perfectas fundas, y con varios SUP que aún no han estrenado. Es posible que también venga con un remolque para el jetski. Las vacaciones del Yuppie son viajes en barco en Mentawai o en Maldivas, aunque puede que gasten algo de dinero en efectivo en una Kandui Villa o Hawaiian Guesthouse, dependiendo de los beneficios de la empresa de ese año.
Los trajes mojados o húmedos son de gente pobre, y sus casas se decoran con gran variedad de tablas de surf compradas en subastas y que nunca más tocarán el agua del mar.
Seguro que conoces a algún surfer que puede encajar a la perfección en alguna de estas tipologías de nuestra ‘antropología’ del surf vol II, ¿verdad?
Artículo original y fotos : Tracksmag Aus.
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