18 Nov SURFING PARA NIÑOS CON SÍNDROME DE ASPERGER
“Su felicidad es la mía. El corazón se me llena cuando le veo jugar con el resto de niños de la escuela cuando viene a hacer surf”.
Los comienzos nunca fueron fáciles y más cuando no sabes como resolver los problemas que se te presentan. Esto fue lo que le ocurrió a Isabel Aragón, una madre que hace un tiempo descubrió que su hijo era Asperger. Nunca había escuchado lo que era eso hasta que un terapeuta diagnosticó a su niño.
El entorno en el que actualmente nos desenvolvemos puede ser hostil para algunas personas con discapacidad. Por este motivo lo primero que sintió Isabel fue “miedo”. Este sentimiento al rechazo la mantuvo callada durante unos años para posterior consiguió abrirse a su familia para contarle en la situación en la que se encentraban con Sergio.
“En el colegio le pegaban y él dejaba que lo hicieran para poder jugar. Sergio solo quería eso y no era capaz de distinguir que eso no eran amigos. Ahí es cuando empiezo a notar que algo está pasando”.
El Síndrome de Asperger es una condición leve del autismo que determina la forma de interacción en los individuos que lo poseen. Quienes viven bajo esta condición pueden presentar dificultades para interactuar con otras personas ya que no entienden el doble sentido, las ironías y se centran en alguna actividad específica, entre otras cosas. En el caso de Sergio no le importa que otros le hagan daño con tal de tener amigos.
“Otro niño de su edad entendería que un amigo no es el que te pega o es cruel contigo, pero él sigue en su mundo olvidándose de lo que le han hecho para poder seguir jugando”
Esta es la batalla diaria a la que se enfrenta la familia de Sergio cada vez que vuelve del colegio ya que no puede controlar que su hijo se dé cuenta de la situación. A través de las trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Chiclana descubrió el proyecto ‘Ningún niño sin surf’ que se estaba llevando a cabo en la playa de la Barrosa.
¿Prejuicios hacia el surf?
Desde el primer momento Isabel confió en este modelo terapéutico diferente a todo lo que estaba acostumbrada a tratar. En la vida todo es probar y eso hizo. Una vez a la semana, Sergio iba a clases de surf y se relacionaba con el resto de niños que participan en este programa de inclusión social; consiguiendo encontrar en el deporte la diversión que busca. De esta manera, ella misma se da cuenta de que allí “todos son iguales”, no hay distinción entre unos y otros.
“Antes jugaba al fútbol pero se daba cuenta de que los niños no le pasaban la pelota y sufría por ello. Ahora noto la diferencia entre ambos deportes, porque el otro exige mucha disciplina. Si eres bueno te pasan la pelota, si no se te da bien los mismos compañeros te apartan. En este sentido el surf es diferente, no existen unas normas estrictas que seguir y todo lo que haga es para él y su propia evolución dentro del agua. Va a su ritmo, divirtiéndose y sin ningún tipo de presión”.
La labor que hacen desde Esencia Surf School le ayuda a Sergio a sentirse como uno más en el grupo. Para Isabel, los monitores le dan la seguridad que su hijo necesita “porque sabe que en la escuela nadie le va a hacer daño y por eso cada vez que viene llega muy contento y feliz”. Además es un niño muy nervioso y el deporte que realiza en el agua le relaja y vuelve a casa con otra energía diferente.
“La escuela de surf no es una ludoteca, es un sitio donde hay mucho corazón. Estos niños solo necesitan esto y aunque haya días que no puedan hacer surf porque no hay olas, ven películas o cogen el patín y ya es feliz”.
Desde happicidad animamos a todos a iniciarse en la magia del surf. Sin prejuicios, estereotipos o distinción alguna seguimos comprobando que este deporte nos aporta la esencia necesaria para ser un poco más felices. Enseñándonos, una vez más, que una simple sonrisa es capaz de conseguir un mundo mejor.
No Comments