03 Feb SURFER CLOWN: UN ESPECTÁCULO CON ESPÍRITU SURFISTA
“Tres elementos esenciales: la furgoneta VWT4, la tabla de surf y el humor gestual”
Texto y entrevista Víctor Gallego
Me descuelga el teléfono una persona alegre, despierta y que irradia esa ilusión que sólo los que emprenden un nuevo camino pueden transmitir.
“Yeyo” Guerrero es actor de profesión y surfista de afición, como reconoce. Ambas están unidas por una delgada línea, ambas son sus pasiones y, hoy por hoy, la manera que este gaditano tiene de ganarse la vida.
Después de unos años trabajando en Madrid y alejado de su playa El Palmar, “Yeyo” decidió regresar a donde los suyos y emprender un viaje que poco a poco va cogiendo forma y sentido. Un espectáculo en el que surf e interpretación se mezclan para crear una función de 50 minutos, en el que grandes y pequeños, surfistas o bañistas pueden disfrutar de este “surf-actor” allá donde llega con su mítica furgoneta VWT4.
Una representación que empieza a verse y disfrutarse en muestras de teatro, festivales de surf y paseos marítimos. Surfear las olas es el reto del protagonista y, para el creador, surfear un año en el que quiere llegar al mayor público posible.
¿Cómo nace esta idea?
Nace de la unión de mis dos pasiones, el teatro y el surf. Llevo casi 15 años viviendo del mundo de la interpretación en todos sus aspectos; teatro de sala y calle, circo, tv, publicidad, etc… Pero, hace tres años, decidí venir a mis raíces parentales, mudándome a la playa del Palmar, donde siempre surfeé. Viviendo al lado de la playa, un día me desperté con ganas de crear algo nuevo, algo con corazón y pasión. Así fue como nació el SURFER CLOWN.
¿Qué es lo que te lleva a hacer esto?
Una mezcla de inquietud, humor y espíritu viajero. Tres elementos esenciales con los que desarrollar la parte creativa; la furgoneta VWT4, la tabla de surf y el humor gestual.
Me gusta viajar, surfear e interpretar, así que intenté crear un espectáculo que reuniese estos tres ingredientes. En España se surfea mucho y hay muchos campeonatos donde se contratan eventos como conciertos, talleres, etc… Pensé, ¿por qué no un espectáculo inspirado en un surfista? Si a todo esto le añadimos una casa rodante, mi propia furgoneta, que además es parte de la escenografía de la función, todo se convierte en una fórmula aparentemente eficaz para cumplir mi sueño: viajar, actuar y, si la playa está cerca, darme un baño con mi tabla de verdad.
¿Cómo es la mezcla surf e interpretación?
Desde los años 60, hay muchas películas que utilizan la temática surfera como eje central de sus tramas. Cientos de actores e incluso actores-surfistas interpretan personajes donde sus vidas transcurren entre olas y tablas.
Todo el mundo sabe lo que es el Surf, aunque no hayas visto una tabla en tu vida. Así que elegir una temática como ésta para hacer interpretación teatral, no era nada descabellado. Existe un conocimiento universal y, además, era la mejor manera de unir dos actividades que me encanta hacer.
¿Qué hay del mundo surf en el espectáculo, además de ser el protagonista un surfista?
En la trama principal, el objetivo del protagonista es encontrar olas perfectas. Para ello, viaja a los mejores spots en su carismática y vieja furgoneta, que no hace más que jugarle malas pasadas. A éste le acompaña su hijo, un mini surfer-bebé que no se lo pone nada fácil para salir corriendo en busca de las ansiadas olas.
El reto de este surfista es ingeniársela para surfear mientras cuida de su hijo. Toda la obra trascurre en un ambiente surfero, desde la música (un ukelele) hasta el ansia de querer surfear como si se fueran a extinguir las olas.
El público, ¿para quién va dirigida la obra?
Es para todos los públicos. El objetivo es llegar al corazón y a la risa de todos. Bien es cierto que hay situaciones que apelan claramente a los surfistas; se recrean conflictos característicos como de quién es la ola, o momentos absurdos y cómicos que todos hemos vivido en el agua. Realmente, esta es una obra dirigida a todos aquellos que quieran pasar un rato entretenido y distendido con una obra de teatro gestual con tintes cómicos.
¿Cuál suele ser tu escenario?
Principalmente son exteriores, plazas, paseos marítimos y calles habilitadas para la ocasión, aunque no descarto la posibilidad de hacerlo dentro de un teatro, si la tramoya lo permite. El espectáculo empieza con la llegada del surfer a la playa con su propia furgoneta.
¿Se puede decir de alguna manera que esto es una forma de vivir del surf?
Todo dependerá de la temporada 2017. El espectáculo se estrenó hace unos meses y lleva unos diez bolos. Sin duda soy consciente de que hay que hacer un trabajo arduo y laborioso de distribución. Tocar cientos de puertas para que te abran en una decena, pero con ilusión, ganas y todas las playas que hay, se puede convertir en una vida entera de actuaciones.
Ya para acabar, ¿qué es lo mejor de hacer esto?
La sensación de estar empezando a disfrutar de algo que nace de mí, de cumplir el reto de contar una historia teatral gestual a un público expectante, emotivo y feliz. Y por supuesto, tener la posibilidad de vivir de mis pasiones, VIAJAR, ACTUAR Y SURFEAR.
Personas como “Yeyo”, que trasmiten ese valor y energía, aun siendo conscientes de como está, por desgracia, la cultura en este país, tienen un mérito añadido. Hacer un salto al vacío y arriesgarse a realizar su sueño. Personas sin miedo y con ganas de disfrutar de aquello de lo qué hacen y cómo lo hacen. Y, “si verdaderamente quieren reírse, vayan a verlo surfear”.
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