11 Ene SURF A LA LUZ DE LA LUNA
Cuando las olas bombean pasado el ocaso y se te ha ido todo el día en la oficina, lo mejor es no pensárselo y entrar como lo harías de normal.
Sólo habrá una pequeña diferencia: remarás olas, superarás secciones y navegarás tubos a la luz de la luna. Estarás haciendo surf nocturno.
Son muy diferentes las actividades que uno se plantea hacer cuando está oscuro en la huerta, pero no obstante, no son pocos los surfistas que aprovechan las lunas llenas y las noches claras para demostrar que el surf no es un deporte exclusivamente diurno.
Quien niegue que los días con sol, buena temperatura y olas asequibles compartes la sesión con por lo menos un 25% más de gente que los días fríos, lluviosos y con bombas, estaría equivocado.
Es normal que el aforo del pico vea un incremento considerable cuando las condiciones invitan a entrar al mar. Y es por ello por lo que surfear de noche se puede convertir en un regalo para compartir con tan solo aquellos amigos alocados que hayan decidido acompañarte.
Está claro que no puedes aventurarte a remar al pico todas las noches y convertirte en un surfista únicamente nocturno. Pero si eres de los que se acuestan tarde, no madrugas y sabes interpretar los pronósticos, el surf nocturno podría ser la respuesta. Sobre todo a esos baños en los que te peleas por coger cualquier ola.
Y claro, cabe mencionar que cualquier problema de visión va a condicionar fuertemente tus sesiones. A pesar de haber luz reflejada por la luna, no verás el labio, el tubo o la sección como lo harías de día.
En ocasiones cuando haces surf por la noche, piensas que la ola está rompiendo de una manera porque te lo dice el instinto, pero en realidad está haciendo una cosa completamente diferente. Esto conlleva a que tragues más agua que la que deberías.
De vuelta al pico, le preguntas a un amigo qué demonios hacéis ahí si ni siquiera se ve llegar la serie. No sabes exactamente dónde estás sentado porque juzgar distancias con poca luz puede ser criminal. Así que si entras en un point, será muy útil tener una referencia en la tierra que puedas seguir viendo de noche.
Lo más normal sería que estuvieras solo. Pero si el parte, la luna, el calendario y la misteriosa e impredecible alineación de astros encaja, podría darse el caso de una sesión de surf nocturno también acompañada de decenas de surfistas.
Hace no mucho conversé con dos profesionales locales de Mundaka y me dijeron que un día de luna llena y olas tubulares se acercaron a la mágica izquierda para encontrarse un pico con más de 30 personas.
Tubos enteros gritando para orientar a los surfistas que remontaban y evitar colisiones desastrosas, saltadas involuntarias por la falta de luz y una sesión con muchas dificultades. Pero resultó ser todo una sorpresa: ¿quién se iba a imaginar semejante asistencia a las tres de la madrugada?
Así que si no te apetece ir de pintxopo, ir al cine con tu pareja o simplemente dormir, tomate la molestia de acercarte a tu break preferido. La recompensa podría ser inolvidable.
Como dice un buen amigo mío: ¿te acordarás de lo que vas a hacer esta noche dentro de un año?
Foto de portada: Labolsa.com
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