05 Ago ¿CÓMO ES LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA AVES MARINAS?
Cuando pensamos en especies afectadas por la contaminación de los océanos, generalmente nos vienen a la cabeza ballenas, delfines, tortugas… Pero la contaminación marina también afecta a las aves. Tanto es así, que se estima que en los últimos 60 años han desaparecido el 70% de las aves marinas del planeta.
Desde Surfer Rule somos conscientes que lo primero es cuidar en entorno natural que nos rodea, donde practicamos los deportes que tanto amamos y tanto no dan. Hablamos con Jose Manuel Arcos, responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife, para que nos cuente los problemas y las soluciones en nuestra relación con las aves.
Imagen: Pixabay
La importancia de las aves para la biodiversidad
Los seres humanos vivimos ligados a nuestro entorno natural, y dependemos de él en múltiples facetas, aunque a menudo lo olvidamos. Sin un medio ambiente saludable, los recursos escasean y nuestra salud física y mental se deteriora.
Las aves son vistosas y atraen la atención de la gente, por lo que resultan excelentes para acercarnos a conocer nuestro entorno, y juegan un papel esencial como indicadores del estado de salud ambiental.
Imagen: Pixabay
Jose Manuel nos dice sobre las aves marinas, que “en particular, son la cara visible de un medio que nos es ajeno, el mar. En él juegan el papel de depredadores, y atraen la atención de la gente por su peculiar estilo de vida: necesitan criar en tierra firme, a menudo en islotes inaccesibles, pero pueden desplazarse a cientos o incluso miles de kilómetros del nido para alimentarse. Se les puede ver en medio del océano… Pero probablemente el mayor espectáculo que nos ofrecen es el de sus colonias de cría, que pueden llegar a albergar hasta cientos miles de parejas, o incluso superar el millón.“
Las aves como indicador de estado de la conservación de los mares
Funcionan como un buen indicador, por un lado porque son fáciles de observar, e incluso capturar (en sus colonias de cría), lo que permite recopilar información muy diversa (abundancia, distribución, acumulación de contaminantes, dieta, demografía, etc.).
Y por otro, porque su papel de depredadores las sitúa en la cúspide de la cadena trófica marina, lo que permite que integren información de lo que pasa en su entorno (cualquier cambio en el ecosistema marino acaba afectando, de forma directa o a través de la cadena alimentaria, a las aves).
“La principal conclusión es que el medio marino está sufriendo cambios muy importantes, a menudo para mal, y las aves son un buen reflejo de éstos. Se encuentran entre los grupos más amenazado del planeta. Se estima que en los últimos 60 años han desaparecido el 70% de las aves marinas del planeta.“
SR: ¿A qué se debe esta situación?
Al alternar entre dos medios distintos (tierra firme para criar y el mar para alimentarse), reciben “doble ración” de amenazas.
Ave afectada por un vertido. Imagen: Lavozdelmuro.
- En las colonias de cría los principales problemas son el desarrollo litoral (que deteriora o directamente reduce la disponibilidad de lugares para nidificar) y la presencia de depredadores introducidos, como gatos y ratas. Esto último ha causado grandes estragos en algunas poblaciones.
- En el mar las amenazas son múltiples, e incluyen contaminación, cambio climático y disminución de las poblaciones de presas. Una amenaza particularmente grave para muchas especies es la captura accidental en artes de pesca, un problema que también afecta negativamente a los pescadores.
Las aves marinas más amenazadas
Las más amenazadas son, en general, aquellas especies más estrictamente marinas, con escasa flexibilidad para adaptarse a la introducción de depredadores en sus colonias y/o a los cambios que sufre el medio marino. Destacan grupos como el de los procelariformes (albatros, petreles, pardelas y paíños) y los esfenisciformes (pingüinos).
Pingüinos. Imagen: Pixabay
En España encabeza la lista la pardela balear, una especie que solo cría en las Islas Baleares y cuya población total se estima en poco más de 3000 parejas. Esta pardela experimenta un acusado declive fruto de las capturas accidentales en artes de pesca, así como de la depredación en las colonias y otras amenazas de menor calado, y se estima que al ritmo actual se extinguirá en menos de 60 años.
Pardela. Imagen: Pixabay.
Otras dos pardelas, la pichoneta y la chica macaronésica, se encuentran en una situación muy preocupante en las Islas Canarias, en este caso por depredación y degradación del hábitat de cría.
También merece mención especial el cormorán moñudo, cuyas poblaciones ibéricas han ido a menos por la combinación de las capturas accidentales, los depredadores introducidos y los vertidos de hidrocarburos (especialmente el del Prestige).
SR: ¿Qué consecuencias tiene la reducción de su población y su desaparición?
Las aves marinas juegan un rol en el ecosistema, y su pérdida podría acarrear consecuencias inesperadas.
Como ejemplo, un reciente artículo indicaba que el calentamiento del ártico se veía parcialmente frenado gracias a las aves marinas, ya que el nitrógeno acumulado en sus colonias como guano pasa a la atmósfera en forma de amoniaco y contribuye a aumentar el efecto albedo de las nubes, que actuaría de tampón ante el calentamiento global.
¿Qué medidas es necesario adoptar?
Para Juan Manuel, “se debe trabajar en múltiples frentes, pero un punto de partida clave es la concienciación de la población. Al ciudadano de a pié le puede parecer que poco puede hacer para salvarlas, pero el primer paso es tomar conciencia y saber exigir las medidas necesarias a nuestros representantes.”
Ave afectada por la contaminación del plástico
Además, muchos de los problemas que afectan a las aves marinas y a la biodiversidad podrían mejorar con pequeños cambios en nuestra rutina, “especialmente en relación a los problemas de contaminación (reducir consumo de plásticos y otros materiales perniciosos, y reutilizar o reciclar en su defecto) y degradación del hábitat (que incluye molestias en las zonas sensibles). También podemos trabajar para que las zonas más sensibles queden libres de depredadores introducidos, o favorecer como consumidores el pescado que provenga de sistemas de pesca más sostenibles.“
SR: ¿Qué acciones estáis llevando a cabo desde BirdLife y la Sociedad Española de Ornitología?
Tanto desde BirdLife International como desde SEO/BirdLife trabajamos en varios frentes para dar a conocer y mejorar el estado de conservación de nuestras aves marinas, así como de su entorno.
Una de las líneas de trabajo que mayor atención reciben es la de las capturas accidentales, pues esta amenaza por sí sola pone en jaque a numerosas especies. Buscamos la colaboración de los pescadores para evaluar el problema, y desarrollamos conjuntamente medidas prometedoras para minimizarlo. Este enfoque colaborativo es esencial para llegar a buen puerto, como lo demuestran experiencias exitosas en otras regiones del mundo, como Sudáfrica, Alaska o los mares subantárticos.
Otra de las líneas es la de hacer un seguimiento de las poblaciones en sus colonias de cría, para evaluar adecuadamente sus tendencias y valorar el impacto de amenazas.
¿Cómo podemos ayudar la comunidad surfera?
En primer lugar, difundiendo la problemática de las aves marinas y ayudando a general concienciación. Generalmente los surfistas no representan un problema directo, aunque pueden contribuir a generar molestias en zonas sensibles, especialmente cerca de colonias de cría. Tener siempre en mente estos posibles impactos y buscar la fórmula de minimizarlos es importante.
Y, al mismo tiempo, es clave que la comunidad surfera de ejemplo de buenas prácticas ambientales, por ejemplo en el tema de los residuos (evitando tirar cualquier tipo de basura al mar, e idealmente contribuyendo a retirar la basura existente).
Jose Manuel Arcos, responsable del Programa Marino de SEO/BirdLife.
¿Cómo afectan los deportes de agua a las aves marinas? ¿Cómo evitarlo?
Posted at 16:56h, 12 septiembre[…] Tanto el surf, como el windsurf y kitesurf bien practicados son deportes absolutamente respetuosos con el medio ambiente y con las aves, pero si se llevan a cabo en zonas restringidas o en espacios protegidos, resultan muy perjudiciales. […]