19 Mar SALVAMENTO MARÍTIMO, NO HAY PIE A LA IMPROVISACIÓN EN UN RESCATE
Ángel
Ser mitológico representado por una figura semejante a un ser humano que posee alas adosadas a su espalda y viste con ropajes resplandecientes.
Rescatador
Ser real representado por una figura humana que posee alas adosadas a un helicóptero y viste con ropajes resplandecientes.
Eric Domínguez es un surfista pausado, tranquilo y con el que tuve la suerte de compartir alguna que otra anécdota. Me reúno con él en una cafetería de O Grove, Pontevedra, para que me hable de su profesión. Una profesión de altura en la que el objetivo principal es salvar y rescatar vidas. Una especie de ángel de la guarda moderno que, en lugar de llegar volando con alas a la espalda, lo hace con las alas de un helicóptero.
Es rescatador aéreo, los últimos en ser avisados en la cadena de salvamento y, por lo tanto, los que se suelen encontrar con las peores situaciones. Eric trabaja en Salvamento Marítimo, en la división del HELIMER. Civiles con una preparación específica que desarrollan trabajos que, en otros países, llevan a cabo los militares o incluso las fuerzas especiales. Entre sus funciones podemos destacar la búsqueda y rescate de surfistas, barcos naufragados, buques o pateras. A mayores, también se dedican al rescate de personas a las que ya sólo se puede acceder por vía área, personas que se han quedado aisladas en rocas o acantilados.
Como él mismo reconoce: “Ésta es una profesión de vocación adquirida”. La falta de información acerca de ella provoca que la gente se interese por sus funciones pero que, sólo los más aptos psicológica y físicamente, superen las pruebas.
RESCATES A SURFISTAS
La primera pregunta parece evidente, él es surfista y lleva ya unos cuantos años vinculado al mundo del rescate, primero como socorrista y ahora en Salvamento Marítimo. En este sentido, lo primero que quiero conocer son los tipos de rescate más frecuentes a surfistas. Eric me cuenta que suelen ser de dos tipos, la deriva mar adentro y el aislamiento en rocas o acantilados; ambos provocados por corrientes generadas cerca del surfista.
En la primera, consecuencia de la deriva, el surfista se aleja de la costa de tal manera que pierde las posibilidades reales de regresar a tierra por sus propios medios: “Lo que ocurre, cuando salimos a este tipo de rescates, es que llegamos a la ubicación del surfista y éste suele estar esperando encima de la tabla. El riesgo es la propia hipotermia causada por el entorno en el que está la víctima”. En este caso, la dificultad que implican estos rescates, como apunta Eric, es la localización de la persona, sobre todo si cae la noche. Por este motivo, una de las herramientas de trabajo indispensables en su profesión es la cámara infrarroja, a través de la cual siempre pueden localizar cuerpos que no hayan llegado al cero absoluto de temperatura.
La segunda operación de rescate es más complicada. Son aquellas a las que acuden cuando ya sólo se puede acceder a la víctima de manera aérea. Personas que se han quedado aisladas en rocas o acantilados. Aquí la dificultad reside en la propia aproximación del helicóptero a la zona de rescate. Por lo tanto, son éstos los rescates más complicados a los que se enfrenta un equipo como el de Eric.
SURF Y SALVAMENTO
Como la charla es sobre salvamento y surf, Eric explica la estrecha relación que guardan ambas: “Como rescatadores el surf es importante porque te da destrezas a la hora de interpretar las series, las olas, el entorno. Sabes cómo se comporta el mar en estas situaciones. Por eso creo que este trabajo y el surf están directamente relacionados. Ya luego como surfista, el serlo te ayuda a ponerte en la piel de la persona que estás rescatando”.
Lo que confirma una teoría que traía de casa y que quería conocer de su mano, saber si suelen ser surfistas los rescatadores y, aunque no todos los son, el propio Eric apunta: “Muchos de nosotros lo somos, sobre todo en las bases del norte de España y Canarias. Casi te diría que, en función de la zona en la que trabajas, el tipo de surf que se practica es diferente… jeje. Un surf más tranquilo, uno de olas grandes o un surf más radical”.
En medio de la conversación, Eric, arroja unos cuantos consejos para que su helicóptero tenga menos situaciones a las que acudir si éstos se siguen:
- Conocer la playa en la que surfeamos. Conocer las corrientes, los cambio de marea y saber anticiparse a ellos.
- No surfear nunca solos o, por lo menos, intentarlo (en caso de urgencia alguien tienen que dar la voz de alarma).
- Prevenir las corrientes, nunca nadar en contra de ellas y si estás en una, nadar siempre en paralelo a ella para poder regresar a la playa.
RESCATES
Vale más un gesto que mil palabras. Cuando están en vuelo, entre ellos se comunican con radio frecuencia, pero la cosa cambia cuando comienza el rescate. Las comunicaciones verbales pasan a un segundo plano y son las no verbales las que priman. Más rápidas y más eficaces, ésta es la manera con la que también se comunican con la persona rescatada hasta estar cara a cara, tarea que entraña un riesgo añadido. El ruido del helicóptero, la sensación de estrés y el agotamiento a la que probablemente esté sometida la víctima hace que si esta comunicación falla, parte de la operación se pueda ir al traste.
Es por eso que la preparación física y los simulacros son determinantes. Como reconoce Eric: “No hay pie a la improvisación en un rescate y, si la hay, es bajo unos protocolos”. Y es que es una responsabilidad extra, saber que tus actos, tus acciones, pueden marcar la diferencia entre la vida o la muerte de una persona.
Por desgracia, la segunda también está presente y este es el precio que tienen que pagar al ser los últimos en ser llamados. Lo que se encuentran no siempre es una situación con un final de cuento Disney. Cuando esto ocurre, no se baja la guardia y el rescate continúa, pues hay una familia que quiere dar descanso a los suyos para que no vaguen por el mar como el Holandés Errante.
Una profesión de altura, a la altura de muy pocos. Porque todas aquellas personas que arriesgan su vida para salvar las de los demás, merecen el respeto y la admiración de quienes ven la corrida desde el burladero.
Texto Víctor Gallego
Ser nadador de rescate de Salvamento Marítimo. El camino -Yo,Socorrista
Posted at 16:33h, 02 noviembre[…] SurferRule. Salvamento Marítimo “No hay pie a la improvisación en un rescate” […]