10 Sep SAL MASEKELA, UN HOMBRE “NEGRO” EN UNA INDUSTRIA DE “BLANCOS”
Quizás no te suene, pero Sal Masekela fue el rostro y la voz de los X Games, trabajando para la ESPN durante más de 10 años, así como para Red Bull Media House y los Juegos Olímpicos. Ahora, en época de crecimiento de la industria de los deportes de acción, el hombre más conectado en la sala se pregunta qué será lo próximo.
¡Conoce a Masekela, su historia llena de racismo y su impacto en el mundo del surf y los deportes de acción!
Luchando por ser “aceptado”
Sal Masekela es hijo de una inmigrante haitiana y un músico de jazz sudafricano.
Cuando cumplió cuatro años, sus padres se separaron, y su madre se volvió a casar con un testigo de Jehová, quien crió a Masekela en la iglesia. Pero a pesar de los esfuerzos de su padrastro, la influencia de Hugh Masekela, su padre biológico, perduró. Masekela pasaba su tiempo entre clubes de jazz llenos de marihuana y yendo de puerta en puerta para difundir la “Verdad”.
“Crecer entre esos mundos me dio un extraño conjunto de habilidades. Durante mucho tiempo los sentí como una carga, como si siempre estuviera trabajando para encajar”.
El surf se convirtió en el foco de la vida de Masekela cuando fue a vivir a Carlsbad, en California.
A medida que Masekela se fue introduciendo en los deportes de acción, fue alejándose de la iglesia, dejando atrás la religión por un nuevo evangelio: el mundo de los deportes. Practicaba skate, snowboard y surf.
“No quería estar cerca de personas que lo practicaban. Quería estar cerca de personas que lo vivían”.
Masekela se convirtió en un discípulo de aquel estilo de vida. Pero hoy en día, al igual que muchas figuras importantes del apogeo de los deportes de acción, Masekela aún se enfrenta al hecho de que su mundo ha perdido gran parte de su prestigio cultural y comercial.
Masekela estuvo presente como narrador de casi todos los momentos históricos en los Juegos, desde el doble backflip de Travis Pastrana en una moto en 2006, la carrera perfecta de Shaun White en 2012…
Y es que a pesar de no seguir en la ESPN, Masekela sigue profundamente involucrado en los deportes de acción. Ha visto y presenciado la historia de estos deportes de primera mano. Y ha sufrido el racismo.
Como un hombre negro en el centro de una industria casi totalmente blanca, Masekela se ha encontrado con el racismo muchas veces. A principios de los noventa, los dueños de una tienda de surf donde trabajaba lo “dejaron ir”, diciéndole que el negocio se estaba desacelerando y que necesitaban reducir el personal. Pero un amigo que todavía trabajaba allí le dijo que los propietarios no creían que Masekela coincidiera con la imagen de lo que debería ser un empleado de una tienda de surf, es decir, blanco.
“Soy joven, soy negro, surfeo y practico snowboard, y sé que podría ponerme frente a la cámara y hacer eso que hacen” – dijo Masekela en un comentario para la prensa de los X Games.
“A pesar de que había pasado por todo tipo de escenas racistas como resultado de comenzar a surfear y hacer snowboard, la gente se burlaba de mí y me llamaba “un negro”, y me decía que los negros ni siquiera nadamos”.
A pesar de todo, Masekela sí que dejó huella entre una gran parte de atletas de renombre como el snowboarder Shaun White. Como presentador, una de las mayores fortalezas que Masekela aportó a los eventos de deportes de acción fue su credibilidad.
“Tuvimos muchos comentaristas que realmente no sabían lo que estaba pasando. Sal nos conocía personalmente, por lo que podía hablar sobre cómo un tío llevaba practicando un truco durante mucho tiempo, y sobre lo mucho que significaría para el lograr finalizarlo”. – Shaun White.
“El surf necesita un diálogo más honesto”
Y es que tal y como dijo en una entrevista para la revista Surfer, Masekela dejó bien claro que para el, “el surf necesita un diálogo más honesto y menos golpes en el pecho”.
“Creo que la comunidad de surf es mucho más conservadora de lo que parece ser en el papel. No es tan abierta como se comercializa. Sentí eso al crecer. Tuve que trabajar muy duro para la aceptación, e incluso cuando la gente me aceptaba, me daban palmaditas en la espalda y me trataban como si me hubiera ganado un lugar en este “club”, como si me hubiesen dado permiso para estar allí”.
Como gran presentador y comentarista, y amante del surf, Sal cree que defiende que el surf de competición necesita más historias humanas, historias que narren las raíces tanto de las estrellas como de los que aparecen de la nada.
“El surf competitivo no cuenta ninguna historia de méritos sobre sus atletas como seres humanos, especialmente las mujeres”.
Una industria que está creciendo y que para crecer destaca la importancia de la “diversidad“.
“No habrá una oportunidad para el crecimiento de una “industria del surf” si no abarca la verdadera diversidad. Las voces de las mujeres en el surf son cada vez más fuertes. La comunidad de chicas surfistas ya no tolerará la marginación”.
Y es que en definitiva, para Sal el surf puede cambiar el mundo.
“El surf tiene la capacidad de marcar una gran diferencia en la existencia de las personas. Lo he visto con niños en mi fundación, STOKED. Trabajamos con niños desfavorecidos, la mayoría de los cuales son niños de color que han vivido a 10 millas del mar pero que nunca han estado en la playa porque no es algo que sea fácilmente accesible para ellos. Cuando cogen por primera vez una ola, su idea de lo que es posible en sus vidas cambia, simplemente aprovechando estos momentos en el océano”.
Y es que como bien defiende, este estilo de vida es envidiado por muchas personas. “A la gente le encanta la frescura, la vida despreocupada. Nuestra naturaleza nómada nos da la posibilidad de ir a lugares inimaginables. Al final del día, la gente admira a los surfistas, no porque surfeen, sino porque hemos descubierto cómo vivir”.
Foto de portada: RedBull Content Pool
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