03 Ene RT/ Resumen de un año de ensueño, Kepa Acero
RT/ Kepa Acero Resumen de un año de ensueño.
Realmente, el viaje a África hubiera empezado en noviembre del 2013, si no hubiera sido por la excepcional temperada que tuvimos el año pasado en Mundaka. Y por otro lado, fue una buena excusa para retrasar un viaje, desde Mundaka hasta no sabes donde coño en África vas a acabar.
Lo quieres con todas tus fuerzas pero por otro lado no encuentras el momento de salir, porque al mismo tiempo tienes miedo y no lo quieres,
pero si que lo quieres.
Ahíen cuanto compras el coche, empieza ya una lucha, aventura, sin haber ni siquiera salido de casa.
Fueron dos meses de intensidad muchos días de surfing y algunas de las mejores olas de nuestras vidas.
Y después vino el Hercules, una marejada gigante que se llevo todo.
Y a mí.
Me fui a África desde Bilbao coño, en un viejo Patrol que compré a una empresa de remolques por 2.600 euros. Me llevó hasta Guinea, y allí lo vendí, por 2.600 euros.
Fueron tres meses y pico de viaje.
De momentos malos y buenos, muy buenos.
Y aquí finalizó mi viaje, muy cansado, sobre todo de los hurtos que me pegó la policía.
África es apasionante, lleno de color, baile y vida
Pero es duro. En lugares donde mucha gente no tiene las necesidades básicas cubiertas,
llega este niño “bien”, blanco, buscando olas?
Eres allí una provocación constante. Y tienes que estar
con dos ojos en la espalda, incluso cuando duermes, en el coche, sólo…
Toqué Guinea, cuando empezaban a sonar las primeras alertas sobre el èbola.
Vendí mi coche, que ya era como si dejara parte de mi, y sencillamente me fui.
Qué rápido se llega en avión, lo que hice en tres meses de recorrido, pasan así, chas, en cuatro horas, en casa.
Bilbao. Qué bien en casa, qué bonito, qué limpio…
Que me aburro.
Surge la oportunidad de irme a Rusia, Kamchatka, con el equipo Nixon.
Esto está literalmente en el culo del mundo, allí casi en Alaska.
Miles de Kilómetros de costa inexplorados. Osos, salmones, agua a 2 grados…
Naturaleza salvaje,
allá vamos!!!.
Y después, Indonesia. Donde reside mi cabeza.
El montañero Iñaki Otxoa de Olza, refierièndose en su caso al Himalaya, describe perfectamente lo que sentimos muchos surfistas por estas islas sagradas para nosotros.
“Al Himalaya no se vuelve. Cuando has venido aquí por primera vez, el se queda contigo para siempre. Habita en ti como una costumbre, quizás como un virus, siempre como una necesidad. Puedes escapar a ratos, hacia casa, pero el resto del tiempo tú le perteneces.”
Ya de vuelta en casa,
muchas noches mirando al techo, sin poder dormir y pensando en las olas que están rompiendo,
en ese mismo momento allí,
y yo en cuerpo aquí,
y en alma allí,
en alma allí.
Llegó el otoño, la mejor época para estar en casa.
Y ahora la navidad.
Familia, amigos, nostalgia,
gente que se va, y otra que viene.
Siempre siento como algo así en esta época dentro de mi, como un pequeño cortocircuito.
Cuando empecé con estos viajes en solitario tenìa 29 años.
Me encontraba otros mochileros de mas o menos mi edad.
Ahora, cuando me cruzo con mochileros, les saco un cacho grande de edad, sabes?
Soy el veterano,
se pincha una rueda y me miran a mi,
soy mayor, tengo la solución.
Soy mayor.
La mayoría de la gente de mi edad no tiene ya el Peter Pan este.
Yo sigo soñando en tubos.
Ayer hacía un día horrible aquí en Algorta.
Lluvia, viento, 0 grados.
Sin embargo tuve la necesidad de darme un bañito y bajè al Pico Paz.
Remé 20 minutos hasta llegar,
el agua estaba dulce de la tormenta que caía,
y allí estaba mi hermano Eneko, surfeando, sólo.
Tenemos màs años que Matusalén y seguimos con la tablita.
Y en cuanto acaben las navidades me voy a Sudamérica,
a seguir con este sueño.
Gracias a todos los que me he encontrado en el camino, me habéis seguido, a todos los blogs, pàginas web que habéis compartido, por haberme ayudado a hacer de este año algo inolvidable.
Muchos sueños quedan por perseguir en el 2015.
Aprovecharlo que esto se va rápido y aquí de nosotros, dentro de unos años no va quedar nada, ni dios.
Espero que todos vuestros sueños se cumplan también.
Un abrazo fuerte.
Kepa Acero
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