05 Ene YA ES OFICIAL: QUIKSILVER COMPRA BILLABONG

Después de meses de especulación con la noticia, la empresa dueña de Quiksilver, Boardriders Inc, ha completado la compra de la australiana Billabong International Ltd. Quiksilver compra Billabong, ya es oficial.

La medida ahora lleva a Quiksilver, Roxy y DC bajo el mismo paraguas que Billabong, RVCA, Element, VonZipper y Xcel.

Una compra que ha salido más cara de lo previsto

De la oferta de compra quedan al margen el 19% de las acciones propiedad del fondo de inversión estadounidense Oaktree Capital Management. 

Con los fondos administrados por Oaktree, LP Boardriders comprará las acciones de Billabong por 1 dólar por acción. Esto supone un aumento del 28% en comparación con el precio de cierre de 0,78 dólares del 30 de noviembre, cuando se anunció la idea de la compra.

Las acciones de Billabong se cotizaban a 0,97 en el momento de este anuncio, valorando el precio de adquisición de Billabong en 380 millones de $.

Los números de Billabong

Billabong, marca de referencia de ropa y material deportivo de surf, registró el año pasado unas pérdidas de 77,1 millones de dólares locales (50,3 millones de euros), más del triple que en el ejercicio anterior.

La dirección de Billabong espera que en abril se haya podido finalizar el acuerdo de venta para el que será necesario la aprobación de los accionistas.

Los cambios del personal

Dave Tanner, MD de Oaktree, hará la transición de su puesto actual de Director para Boardriders y asumirá la responsabilidad como CEO de la compañía.

Pierre Agnes pasa a ocupar el cargo de presidente y también seguirá siendo miembro de la junta y “liderará una parte sustancial de la integración de las dos compañías”, según el comunicado de la compañía.

Un supergrupo de deportes de acción

Las dos compañías han formado un súper grupo de deportes de acción, y Agnes dice que “crear una plataforma global integrada permitirá a la compañía combinada mejorar sus inversiones. Esto será en innovación y calidad de productos, marketing digital, participación del consumidor, y el comercio electrónico, que en última instancia beneficiará a nuestros consumidores y fortalecerá la empresa y la industria.

Con una plataforma más grande y más sólida, vemos muchas oportunidades emocionantes para nuestros empleados, clientes, proveedores y atletas. Estoy emocionado y es un honor pasar el testigo de liderazgo a Dave y continuar colaborando con él para conducir la siguiente fase en la evolución de Boardriders “.

Boardriders alabó al presidente de Billabong, Neil Fiske, y espera que forme parte de las dos compañías en el futuro: “Tenemos gran aprecio por Neil y por lo que ha logrado a lo largo de los años. Personalmente, he valorado su agudo pensamiento estratégico y liderazgo. Espero sinceramente que se una a nosotros para la próxima etapa de este viaje y continúe su contribución a estas grandes marcas “, dice Matt Wilson, presidente de Boardriders y director general y co-portfolio manager de Oaktree.

Los momentos difíciles de Quiksilver y Billabong

A pesar de sus grandes nombres, ambas compañías han pasado por momentos de grave crisis.

Quicksilver nació como una firma australiana, pero se hizo famosa cuando Bob McKnight y Jeff Hakman compraron la licencia para poder vender en EEUU. En 1980 ya era la compañía con mayor proyección en una industria del surf que iba al alza.

En 1986, su creador, McKnigt, sacó la compañía a bolsa. En el 2000, los ingresos alcanzaba ya los 2.000 millones de dólares mediante la venta de 100 millones de prendas al año por medio de sus tres marcas: Quiksilver, Roxy y DC.

La operación Billabong no es la primera que intenta Quicksilver. En el 2005 compró la firma de material de esquí Rossignol y se hizo con el control del 50% de Clevelan Golf, especializada en material para este deporte. Pero tiempo después las tuvo que vender, con pérdidas de más de 400 millones de dólares.

La compañía se ha visto en un proceso de declive desde entonces. Presentó suspensión de pagos en el 2015, lo que le permitió al fondo de inversión Oaktree reestructurar la compañía invirtiendo 175 millones de dólares.