01 Ago PUEBLOS INDÍGENAS: GUARDIANES DEL MEDIO AMBIENTE
Los pueblos indígenas siempre han mantenido una estrecha relación con el medio ambiente, algo que les ha permitido salir ganando, vivir en ella y aprovechar sus recursos, al tiempo que la protegen y la conservan.
Las adversidades afrontadas por los pueblos indígenas han aumentado en las últimas décadas, aunque también lo ha hecho el reconocimiento de su capacidad para contribuir al desarrollo sostenible y la ordenación de los recursos naturales.
80% de la biodiversidad del planeta
Según el Banco Mundial, hoy en día existen unas 300 millones de personas pertenecientes a pueblo nativos, un 5% de la población mundial, y representan el 10% de los habitantes más pobres del planeta.
La capacidad de observación de los indígenas les permitió aprovechar de la mejor manera las condiciones excepcionales de las áreas donde viven, transformando a los ecosistemas naturales para producir alimentos y otros bienes y servicios que, a lo largo del tiempo, han generado grandes beneficios a la sociedad en general.
Según la FAO, los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22 por ciento de la superficie terrestre del mundo, pero el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta.
Las principales áreas naturales protegidas se localizan las comunidades indígenas y en muchas de ellas,se encuentran lugares sagrados y ceremoniales, así como zonas arqueológicas.
Y es que un tercio de los bosques del mundo, cruciales para reducir las emisiones de carbono, son gestionados principalmente por pueblos indígenas, familias, comunidades y agricultores.
Estos pueblos nativos han desarrollado a lo largo de los años técnicas agrícolas que se adaptan a entornos extremos, como las grandes alturas de los Andes, las praderas secas de Kenya o el frío extremo del norte de Canadá. Estas técnicas puestas a la prueba del tiempo, como la creación de terrazas, que detiene la erosión del suelo, o los jardines flotantes, que hacen uso de campos inundados, significa que los pueblos indígenas han construido sistemas que son apropiados para los cada vez más intensos fenómenos meteorológicos y cambios de temperatura que conlleva el cambio climático.
La conservación de la biodiversidad es esencial para la seguridad alimentaria y la nutrición. Por ello, al vivir una vida natural sostenible, los pueblos indígenas preservan estos ambientes, lo que ayuda a mantener la biodiversidad de las plantas y los animales en la naturaleza.
Han adaptado sus formas de vida para adaptarse y respetar su medio ambiente. En las montañas, los sistemas creados por los pueblos indígenas conservan el suelo, reducen la erosión, conservan el agua y logran reducir el riesgo de desastres. En los pastizales, las comunidades de pastores indígenas gestionan el pastoreo de ganado y el cultivo de forma sostenible para que las praderas preserven su biodiversidad. En la Amazonia, los ecosistemas mejoran cuando los indígenas los habitan.
Los pueblos indígenas han sido administradores responsables de sus tierras y recursos durante miles de años. Con sus conocimientos tradicionales y prácticas sostenibles de ordenación de los recursos, las culturas indígenas han sobrevivido y prosperado en todos los lugares del mundo.
Por ello, es importante que reconozcamos el gran legado que hasta hoy nos han brindado los pueblos indígenas, para conservar, restaurar y manejar sustentablemente la biodiversidad y los servicios ambientales que proveen, no solo por las estrategias que les han permitido conservar la biodiversidad inmersa de donde habitan, sino también por el conocimiento que tienen de las especies y ecosistemas que la integran.
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