30 Sep PERSIGUE TU INTUICIÓN
Hay situaciones en el agua, cuando estamos sentados en nuestras tablas esperando a que venga la serie, en las que muchas veces podemos llegar a dudar qué ola coger. A veces pensamos, “la siguiente será mejor”, y nos llevamos una decepción. Otras decimos, “esta es la buena”, y la siguiente es mejor. A veces fallamos, pero muchas otras veces, como buenos observadores del mar, acertamos en nuestra elección.
El simple hecho de fallar en la elección nos hace dudar de nuestras propias capacidades, y llegar a ignorar “todo aquello que nos dice nuestra intuición”.
En nuestra vida fuera del agua nos ocurren cosas parecidas. Nos solemos inclinar por los pensamientos racionales y más de una vez, tenemos miedo de perseguir nuestra intuición. “¿Y si me equivoco?”
Pero, ¿y si acertamos?
La intuición, una forma de inteligencia
En un artículo de la revista Forbes, nos han hecho reflexionar sobre por qué hacerle más caso a nuestra intuición nos puede traer beneficios.
Bruce Kasanoff escribe para emprendedores que buscan descubrir su máximo potencial. Ha escrito numerosos libros y ha investigado por qué hacerle caso a nuestra intuición nos puede hacer descubrir un gran poder que no sabíamos que teníamos.
Gigerenzer, psicólogo y autor del libro Gut Feelings: The Intelligence of the Inconscious, se describe como alguien intuitivo y racional.
«En mi trabajo científico, tengo presentimientos, no puedo explicar siempre por qué creo que cierto camino es el camino correcto, pero tengo que confiar en esa sensación y seguir adelante. También tengo la capacidad de experimentar estos presentimientos en la vida privada, por ejemplo, cuando conocí a mi mujer. Entonces ninguno tuvimos que hacer cálculos, fue pura intuición de que aquél era el camino“
La cuestión es si la intuición es “estar loco o ser inteligente”. Según Gigerenzer, hay una amplia probabilidad de que las personas intuitivas sean inteligentes, sobre todo cuando hablamos de personas que ya son intelectualmente curiosas, rigurosas en su búsqueda del conocimiento y están dispuestas a desafiar sus propias suposiciones.
Pero se deben hacer ciertos matices. Sentarte en una silla y confiar en tu intuición no es una forma de ejercitar tu inteligencia. Pero, sí lo es el hecho de sumergirte en un tema y estudiar sus posibilidades, así estás ejercitando la inteligencia cuando tu instinto te dice lo que es – y no es – importante.
En algunos aspectos, la intuición podría ser concebida como una clara comprensión de la inteligencia colectiva. Por ejemplo, la mayoría de los sitios web se organizan de forma intuitiva, lo que significa que son fáciles de entender para la gran mayoría de las personas. Este enfoque se planteó después de muchos años de caos online, para entender qué información era superflua y cual era esencial. De hecho, el diseño intuitivo se describe como «aquél comprensible sin el uso de instrucciones».
Albert Einstein dijo: «La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional es un siervo fiel, hemos creado una sociedad que honra al siervo y ha olvidado el don».
A veces, las personas pueden hacernos pensar que nuestro deseo de producir un determinado resultado puede hacer que nuestra mente racional siga la dirección equivocada. En momentos como estos, es la intuición la que tiene el poder de salvarte. Ese «mal presentimiento» que te roe es tu intuición, diciéndote que ese es el camino equivocado.
Como Bruce dice, “las personas inteligentes escuchan esos sentimientos”. Hacen uso, del gran poder de la intuición.
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