12 Jul OLAS GIGANTES: UNA HISTORIA DE CABALLEROS Y DAMAS
Se suele decir que desde la reflexión y la distancia siempre todo parece más pequeño o más sencillo. En este caso, con la reflexión y la distancia siguen sin aparecer esos efectos. Las olas gigantes hacen honor a su nombre y por más que uno se aleje de ellas el tamaño desde la distancia sigue estando presente, más aún si la única referencia es el surfista.
HISTORIA
Podríamos aventurar que todo empezó durante los años 40 y 50, cuando un puñado de surfistas pioneros, entre los que se encontraban personajes de la talla de George Downing o Wally Froiseth, abrieron el camino para que años más tarde, las costa hawaiana se convirtiese en un refugio para todos aquellos surfistas californianos que querían surfear olas ya de un tamaño considerable.
Así tras los pasos de estos valientes vinieron surfistas tan ilustres como Greg Noll, uno de los primeros en recorrer y surfear toda la bahía de Waimea, Hawaii, Pat Curren, uno de los más influyentes en el mundo del surf y todo un referente en olas grandes, o Laird Hamilton, considerado por muchos como el mejor surfista de olas grandes de todos los tiempos.
Esto no deja de ser algo de historia, no solo de las olas grandes sino historia del surf en general. Lo que sí es actual es la afición que cada día crece más en nuestra península, y lejos de las comparaciones con olas tan reconocidas como pueden ser las hawaianas o californianas no tenemos nada que envidiarles.
Así, aquí tenemos en Portugal una de las más reconocidas mundialmente y que ostenta el récord de ser la más grande jamás surfeada, Nazaré, a 120km de Lisboa; cuyo récord actualmente lo defiende el surfista francés Benjamin Sanchis, que batió el anterior registro, en posesión del hawaiano Garrett McNamara (30 metros), surfeando una ola de 33 metros, lo equivalente a un edificio de 9 o 10 plantas.
Ya en nuestro territorio contamos por ejemplo con unos cuantos spots repartidos por nuestros mares. En la Costa da Morte en Galicia podemos encontrar a Tremosa, la Vaca Gigante en Cantabria, o la legendaria “ola gigante vasca” de Belharra, no aptas para cualquier corazón.
ACTUALIDAD
Y es que desde hace ya unos cuantos años para acá, todo lo que rodea a las olas gigantes está cada vez más tanto en medios de comunicación como en boca de todos los aficionados al surf. Ahora ya no es raro que aparezcan olas que hasta hace poco tiempo no se surfeaban en nuestras costas. Y no es que no existiesen anteriormente, solo que no era frecuente que surfistas profesionales se dedicasen a su busca y captura.
Sin ir más lejos, en España tenemos a uno de los surfistas de olas gigantes más conocido en el panorama internacional, el vasco Axi Muniain, que se atreve con todo y que no es raro encontrarlo en los “XXL Big Wave Awards” como finalista.
O surfistas de talla internacional como Eric Rebiere, que actualmente se encuentra en Galicia, donde compagina el trabajo en su escuela de surf con la búsqueda de olas gigantes en la costa gallega.
Dos surfistas profesionales que han dado un giro a su trayectoria profesional para perseguir nuevas emociones y nuevas sensaciones cabalgando a lomos de sus tablas olas que dejarían atónito a cualquiera de las grandes leyendas con las que abríamos este artículo.
Para ver más sobre Muniain surfeado en Nazaré de dejamos el enlace aquí
CONCLUSIÓN
Es que a día de hoy, los caballeros ya no son esos hidalgos que cabalgan a lomos de un corcel árabe, sino surfistas, mujeres y hombres, que se juegan la vida a lomos de tablas cada vez más profesionalizada y equipadas para los retos que estas olas demandan. Imágenes que dan la vuelta al mundo cuando algun@ de estos valientes es capaz de domar estas bestias marinas, olas gigantes.
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