01 Nov Nazaré, la costa salvaje de Portugal. Surf XXL

En todo su esplendor, ver las montañas de agua, oír su rugido apabullante…los latidos del corazón aumentan y te recorre un escalofrío. La imagen que tus ojos ven te hace retroceder, esto es Nazaré en estado puro, la costa salvaje de Portugal

Portugal con unos 900 Kilómetros de costa, tiene un lugar donde las olas en invierno se convierten en gigantescas masas de agua y esto solo ocurre en Praia do Norte, Nazaré, un pequeño pueblo de pescadores, tranquilo, pero cuando llega la época del otoño al final del invierno, muchas miradas están puestas en los partes del mar.

A tan sólo poco metros de la playa de Praia do Norte desemboca el Cañón de Nazaré. Justo en esta zona, la plataforma continental europea sufre una fisura de unos 210 kms de largo y de una profundidad de 4.300 metros. Este fenómeno natural hace que la energía de las olas se mantenga intacta hasta llegar a la costa. Las olas gigantes no pierde ni un ápice de su poder a causa del rozamiento progresivo con la plataforma continental en su aproximación a la costa.

La forma del Cañón de Nazaré es parecida a un embudo. La anchura en la parte oceánica es de unos 7,5 kms de ancha, mientras que en la zona de salida en la costa es de apenas unos 100 mts. Este gran embudo funciona como un amplificador, provocando que el agua circulante se transforme en un gigantesco chorro a presión, justo en frente de Praia do Norte, provocando las olas gigantes que la han hecho famosa mundialmente.

El rugir de las olas

Manuel San José,
Rompe en espuma el mar cuando se estrella
Contra las toscas rocas de la orilla
Formando un manto blanco que en la noche brilla,
Haciendo de la noche una noche bella.

Ruge ensordecedor el mar bravío
Y se oye su rumor en la montaña,
Naturaleza herida que con saña
Enseña su orgulloso poderío.

Ni el canto de mil aves en concierto
Consiguen acallar el gran rugido,
Las mismas aves que a su vez han sido
Confidentes de las olas y los vientos.

Ese rugido que a dormir me ayuda,
Que relajado y con placer percibo,
Ese sonido que para mi sentido
Son bellos versos que la mar susurra.