20 May MICHAEL BEHRENS Y EL ARTE DE LA VIDA

Como estrella en ascenso en el campo de las matemáticas abstractas, Michael Behrens descubrió que podía ver la belleza donde otros no podían.

Michael tenía 72 años cuando rodaron la película en 2015, hoy sigue viviendo con vitalidad y alegría.

Pero su camino no fue estar dentro de una academia, ni siquiera dentro de la sociedad. Se embarcó en una gran aventura para unificar su budismo con su capacidad de ver una visión ampliada de la realidad. Creó belleza en un lugar donde nadie más lo haría e hizo amigos entre los delfines.

Zaya y Maurizio Benazzo fueron a Hawái hace unos años, en una playa remota, conocieron a Michael, después de un rato se hizo evidente que Michael no era un hombre común… Hablaron sobre física cuántica, budismo, espiritualidad, arte y luego les invitó a su casa después de asegurarse de que tuvieran “zapatos lo suficientemente resistentes”.

Poco después estacionaron el coche en una carretera remota, entendieron por qué… Michael vive en medio de una selva espesa, a 20 minutos de la carretera, en un terreno que él mismo despejó a mano y cargó todo el material sobre sus hombros, considerado impracticable, construyendo un increíble jardín basado en la geometría sagrada. Un lugar increíble dedicado a la belleza.

La casa no tiene agua corriente en el interior, solo una ducha en el exterior y no tiene electricidad. Michael compró recientemente un pequeño panel solar para poder continuar con su investigación y comunicarse a través de su ordenador con otros matemáticos y el mundo.

En esa jungla los mosquitos son tan feroces durante todo el día y la noche, el único alivio temporal es darse una ducha en el exterior y correr para secarse… Pero no vamos a spoilear más de la historia…

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