11 Abr LLEGA A TAPIA DE CASARIEGO EL GOANNA PRO

¿Todavía no tienes plan para Semana Santa?

Un año más, llega a Tapia de Casariego, en Asturias, el campeonato puntuable para la Liga  Iberdrola Fesurfing y el Fesurfing Junior Series, el Tapia Goanna Pro.

18, 19 y 20 de abril en Tapia de Casariego

El pasado viernes el ayuntamiento de Tapia de Casariego acogió la presentación oficial del Goanna Pro, que en su 28 edición, volverá a empapar del mejor surfing nacional  la Semana Santa en Asturias.

En un ambiente festivo, el longevo campeonato en el que se homenajea la llegada del surf a Tapia de la mano de los australianos hermanos Gulley, hace ya más de cincuenta años.

La Liga Iberdrola Fesurfing y el Fesurfing Junior Series convertirán la próxima semana, durante los días 18, 19 y 20 de abril a Asturias en la capital del surf nacional. Además, por primera vez el campeonato acogerá una prueba de surf adaptado.

“Este año la Federación Asturiana quiere celebrar por primera vez una prueba cómo esta en nuestro campeonato. Esta prueba va a ser algo muy esperado y la gente está con muchas ganas de ver esta primera prueba de surf adaptado” -Adela Bas, organizadora.

Esta edición será además un punto de partida para la igualdad de género. La organización repartirá los premios de manera igualitaria entre hombres y mujeres.

“Son los deportes que no equiparan los premios los que quedan retratados”- Vicente Domínguez, viceconsejero de Cultura y Deportes.

Pioneros australianos en Tapia

En Tapia de Casariego el comienzo del surf está asociado a la llegada de dos jóvenes surfistas australianos, en 1968, los hermanos Peter y Robert Gulley, que se instalaron allí ese verano con su furgoneta. Y desde entonces todos los años volvieron. Ellos inspiraron a jóvenes del lugar, que fueron aprendiendo con ellos.

Estos dos jóvenes de 18 y 17 años por aquel entonces, recorrían el mundo descubriendo nuevas playas en las que surfear hasta que se enamoraron de las olas tapiegas. Y en Tapia se quedaron durante cuatro meses, en los que hicieron amigos y, sobre todo, sembraron la semilla de un deporte que enseñaron a los más pequeños del pueblo.

«Un pequeño pueblo pesquero de gentes muy amables. Mi hermano y yo subíamos al norte desde la costa de Portugal y, al pasar por delante de la playa de Tapia, vimos unas olas muy guapas y decidimos parar a surfear» – Robert Gulley.

Peter Gulley, ya fallecido y en honor a quien se construyó un monumento en la misma playa, creía lo mismo que su hermano.

«Lo mejor de las olas tapiegas es que no tenías por qué compartirlas con nadie; en cambio, en Australia en cada ola había cientos de surfistas». 

Y es que, la semilla que dejaron no solo instaló el surf en Tapia, sino que abrió un vínculo inquebrantable con los australianos.