30 May LAS SIETE OLAS MÁS INACCESIBLES Y REMOTAS
En todos estos años buscando nuevas olas durante nuestros viajes, hemos tenido que hacer prácticamente de todo para conseguir llegar hasta ellas: Caminar durante largas horas bajo el sol, atravesar densas junglas llenas de mosquitos, navegar todo el día dentro de diminutas barcas pesqueras esquivando afilados corales y olas traicioneras, escalar pequeños acantilados, nadar para cruzar un rio o un lago…
Muchas veces lo más difícil no es encontrar la ola, lo complicado suele venir cuando, tras planearlo, intentamos llegar hasta ella. El camino siempre es complicado cuando se trata de buscar olas, pero si tuviéramos que elegir de las que nosotros conocemos, las sietes olas mas remotas e inaccesibles, serían estas:
Dalom, Papua Nueva Guinea
Esta ola situada al sur de la isla de Nueva Irlanda quizás sea de las olas mas remotas que hemos surfeado. Se llega tras atravesar de Norte a Sur la isla por la única carretera de arena que existe en la isla, bordeando las enormes plantaciones de palma y la jungla hasta llegar a un enorme rio de aguas claras y frías. Tras caminar durante horas siguiendo la orilla del rio, llegas a una enorme baja de coral que forma unos tubos de derecha casi imposibles. El problema es que el agua del rio rica en “nutrientes”, atrae a los curiosos tiburones Tigre.
Sur de Madagascar
Esta zona de la «Gran Isla», es extremadamente remota y seca. Las opciones son escasas: o coges un camión brousse que puede tardar mas de treinta y siete horas en atravesar el desierto, con pausas para comer o orinar y con mas de cuarenta personas agrupadas en la parte de atrás del camión, en pequeños asientos de metal o, la otra opción, es ir bajando durante días en pequeños barcos de pescadores o de carga, pueblo por pueblo, si el mar te lo permite.
Costa de Mangalore, India
Llegar a la ciudad de Mangalore, una de las más islámicas de India, no es más difícil que llegar a cualquier otra de este País. Lo difícil viene luego, cuando te das cuenta de que la ciudad vive totalmente de espaldas al mar y que nadie o casi nadie ha aparecido por allí con una tabla. Llegar al punto de la costa donde pueden romper las olas es una odisea. Primero buscar una guagua que se salga de la ciudad y pase cerca de la zona industrial y la autopista que hay en la costa, una vez allí, parar a alguien o conseguir un Tuk-Tuk que te pueda decir algún camino que lleve hasta la playa atravesando las naves industriales, luego, una vez en la arena empieza a caminar por los kilómetros de playa para encontrar la ola.
Andaman Island
Solo llegar a la isla del sur, donde rompen las olas en los corales, son dos días en un viejo barco indio, infectado de cucarachas y bichos varios. Una vez en la isla, consigue alquilar una moto para poder recorrer la pequeña y única carretera del sur, el resto será caminar y caminar durante horas bajo un sol demoledor. Luego a todo esto tienes que sumarle que la isla esta superpoblada por enormes cocodrilos de agua salada, que al igual que tú, caminan por los kilómetros de costa virgen antes de meterse en el mar.
Yako, Norte de Vanimo, Papua Nueva Guinea
Esta parte del País, se caracteriza por la numerosa presencia de tribus indígenas en la zona. Llegar a las olas, es conseguir un Jeep 4×4, no hay otra manera por el estado de la carretera, subir costa norte adentrándote mas y mas en la selva para explorar los posibles rompientes y luego, pedir permiso al jefe de la tribu o del Clan. Una aventura totalmente única.
Norte de Luzon, Filipinas
En época de Tifones, lo mejor es llevar una tienda de acampada, comida suficiente y empezar a moverte en moto y banka (pequeño barco pesquero usado en Filipinas), entre las cientos de islas e islotes del norte de Luzon, eso si, asegúrate de que quien te lleve conozca bien el mar, porque entre medio de una tormenta, con olas gigantes en alta mar, la lluvia, el viento…Tu vida, dependerá de el.
Palau Asu, Indonesia
En el archipiélago de Nias, este grupo de diminutas islas está reservado para algunos «afortunados», nosotros como no lo somos, tuvimos que llegar hasta allí a bordo de un remolcador de basura y suministros y tras más de nueve horas de moto.
Podríamos decir muchas mas olas igual de difíciles o salvajes, pero en verdad, ese «camino» hasta llegar a las olas, muchas veces es lo que hace el viaje inolvidable y donde mas experiencias te llevas. También, en más de una ocasión, después de conseguir llegar a donde pensabas que habían olas, te llevas el palo de verlo plano durante semanas, una roca enorme sumergida esta justo en mitad de la ola o simplemente no existen olas ahí y tiene que hacer el mismo camino de vuelta. Nosotros diríamos que es mas probable que esto pase a que encuentres olas, pero es en esos momentos, cuando te das cuenta de lo que significa este deporte para ti.
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