08 Nov LAS MEDUSAS, TESOROS DE LOS OCÉANOS
En el año 2008, el Premio Nobel de Química fue para los estudios sobre la proteína verde fluorescente que contiene la medusa Aequorea Victoria y que produce naturalmente.
Esta proteína verde fluorescente es la GFC – green fluorescent protein, y la tienen sólo ciertos organismos que por ello son dotados con bioluminescencia. ¿Quieres saber más sobre estas increíbles criaturas y su extraordinaria capacidad para literalmente ‘brillar con luz propia’?
Los organismos bioluminescentes
¿Cómo son capaces los organismos bioluminiscentes de emitir luz? Pues esto lo hacen transformando energía química en lumínica (como las luciérnagas) o bien mediante fluorescencia, absorbiendo luz de un determinado color (longitud de onda) y liberando la energía absorbida en forma de luz de una longitud de onda mayor.
La primera descripción de un organismo bioluminiscente data de muy antiguo y se debe a Cayo Plinio Segundo el Viejo (23-79 DC), quien describió en su Historia Natural la existencia de unas medusas en la bahía de Nápoles que resplandecían con una tonalidad verdosa al ser expuestas a la luz solar. Plinio desarrolló una técnica para decorar cerámica empleando triturados de estos animales.
El Premio Nobel de Química
Fue muchísimo tiempo después cuando el científico japonés Osamu Shimomura se dedicó a exprimir más de 10.000 ejemplares de Aequoria para aislar la sustancia responsable de la bioluminiscencia. En concreto en 1961.
Mediante sus estudios, consiguió identificar la proteína que emitía fluorescencia verde (GFP, siglas en inglés) al ser iluminada con luz azul, y este estudio fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 2008.
¿Cómo ‘funciona’ la proteína GFC?
Esta proteína es un fluoróforo que le confiere la capacidad de absorber y emitir luz. Osamu demostró que, a diferencia de otras proteínas bioluminiscentes, la GFP no requiere ningún aditivo para fluorescer.
Esta singular propiedad es uno de los factores que ha hecho que la GFP pasara de ser una curiosidad científica a convertirse en una poderosa herramienta extensamente utilizada en Biología.
Martin Chalfie (EE UU), el segundo galardonado con el Nobel, demostró que el gen de la GFP, el fragmento de ADN del genoma de la medusa que contiene el código para su biosíntesis, podía ser introducido en otros organismos vivos unicelulares o multicelulares.
Este descubrimiento abrió las puertas a la utilización de la GFP como marcador tanto de células individuales como de organismos enteros.
Usos de la proteína luminescente en pruebas médicas
El marcaje con proteínas fluorescentes permite visualizar de forma no invasiva la evolución de tumores en animales de experimentación, simplemente observando la fluorescencia que emiten las células cancerosas al iluminar los animales vivos con luz del color adecuado.
Cuando Shimomura inició el estudio de organismos marinos bioluminiscentes, tan sólo pretendía entender qué es lo que les hacía emitir luz. Sin embargo, sus trabajos y los que siguieron constituyen un ejemplo más de cómo la investigación básica puede conducir, a veces de forma inesperada, a una verdadera revolución científica.
Más información: El País, Madrimasd, Vistaalmar.
Resumen del artículo de Joan C. Ferrer, profesor de la Universidad de Barcelona – Departamento de Bioquímica y Biología Molecular.
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