06 Dic LA TABLA QUE FLOTÓ DESDE HAWÁI HASTA FILIPINAS
Doug Falter en fotógrafo profesional y surfista. Hace dos años perdió su tabla durante una sesión de surf, sorpresivamente la tabla flotó desde Hawái hasta Filipinas, en donde un pescador la encontró para después vendérsela a un profesor que quería aprender a surfear.
Una tabla, mil historias
La historia de esta tabla extraviada comenzó el 3 de febrero de 2018 cuando Doug estaba surfeando en Waimea Bay, Ohau, Hawái, y tras una caída perdió de vista su tabla.
Esperó en la orilla con la esperanza de que una ola devolviera su adorada tabla, volvió algunos días con la idea de que estaría sobre la arena esperándole, pero no volvió a verla.
Utilizó sus redes sociales para informar a la comunidad surfista de que, si encontraban una tabla abandonada, tuvieran presente que él la estaba buscando desesperadamente. En algunas de sus publicaciones en Facebook el surfista aseguró que:
“Después de atrapar muchas olas, al final del día resbalé en una, la correa se soltó de mi tobillo y la tabla se fue flotando, todo esto alrededor de las 18h”
¿Por qué estaba empeñado en encontrar su tabla? Las tablas son especiales para cada surfista, son ellas las protagonistas en miles de historias dentro del agua.
Sin embargo, el caso de Doug era especial y lo dejó claro asegurando que fue con esa tabla que logró surfear las olas más grandes de su vida. Por eso significaba tanto pata él.
Un pronto hallazgo
La búsqueda continuó unos días y algunas semanas, al final Falter se convenció de que tal vez nunca la encontraría. A pesar de todos los pronósticos, un día cualquiera de agosto del 2018 la querida tabla fue encontrada por un pescador.
El pescador estaba trabajando, buscando peces en una pequeña isla en forma de huevo frente a la costa sur. Al sacar la red de pesca del agua notó que había un objeto de gran tamaño atrapado en ellas.
Sin pensar que alguien al otro lado del mundo, estaba buscando ese objeto color amarillento, con varios daños visibles y el nombre de Lyle Carlson (la marca), decidió ponerla en venta y fue así como Giovanne Branzuela, quien estaba buscando una tabla para aprender a surfear, la compró por unos €35.
Giovanne Branzuela quien además es un maestro de escuela, no pudo ser indiferente al nombre de Lyle Carson plasmado en la tabla, por lo que decidió buscar y contactarse con el shaper hawaiano.
La sorpresa para todos llegó cuando Lyle Carson compartió la foto en sus redes sociales etiquetando a Doug, quien aseguró que : “Cuando la vi en la foto, no lo podía creer, pensé que era una broma”, en conversación con la AFP.
Branzuela tampoco podía creer que tenía en sus manos una tabla que estaba siendo buscada y extrañada a 8,000 kilómetros de donde él la compró.
El surfista estadounidense y el profesor filipino ya tuvieron la oportunidad de conversar a través de una video llamada de zoom.
Por el momento Doug planea viajar a la isla en la península filipina para recuperar su tabla, al menos esa es su idea cuando se reduzcan las restricciones a causa de la pandemia. También le prometió a su nuevo amigo que le regalaría una tabla ideal para iniciar a surfear.
Foto de portada: Dendy Darma
Fotos del artículo: Doug Falter
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