11 Jul LA HISTORIA DEL SURF EN JAPÓN
Al igual que ya sucedió en la cultura polinesia, los japoneses también subsistían gracias a las bondades que les proporcionaba el mar, a través de ese estilo de vida, descubrieron como cabalgar las olas del Océano.
‘La gran Ola de Kanagawa’
Esta obra artística es un ukiyo-e, pinturas del mundo flotante o la estampa japonesa. Un género de grabados realizados mediante la técnica de grabado en madera. Ukiyo quiere decir literalmente “mundo flotante”, pero hace referencia a una idea de felicidad derivada de la realización de que el mundo es “efímero, fugaz o transitorio”.
El dibujo fue pintado por el artista Katsushika Hokusai en 1829 como parte de una obra de 36 vistas del monte Fuji. Hay algo relevante y real en esta ola para los surferos. El espectador queda impresionado por la fuerza con la que el mar se levanta, por el color azul que tiene el interior de la ola y por la forma de garra que adopta la ola en el momento de romper. Con esto, Hokusai capta al completo la energía del Pacífico y el mar terrorífico que rodea todo el país.
Desde mediados del periodo Edo en el 1700, gracias al desarrollo de la tecnología de procesamiento de la madera, se fabricaban botes de estilo japonés. La mayoría de estos botes tenían tablas de madera en el fondo que eran fácilmente extraíbles, llamadas ‘Itago’, este era un dispositivo de salvamento para los pescadores en caso de emergencia, por si caían al mar, para no morir ahogados.
Los niños de las comunidades locales tomaron ‘el Itago’y empezaron a surfear las olas. El documento escrito más antiguo que recoge los orígenes de ‘Itago’, es el diario del poeta ‘haiku’, Dokurakuann Kanri, en 1821.
Kanri vivía en Sakata y se trasladaba a Yunohama Beach, para tomar baños, que le aportaban efectos medicinales. En una de las notas de su diario apuntó:
“Hay alrededor de 10 niños, de entre 3 y 12 años ,haciendo ‘Senoshi’ (significado de wave riding), sostienen tablas extraídas de los botes en sus manos. Saltan al mar embravecido, se zambullen se alejan más y más, y luego, cabalgando las olas, vuelven a la orilla rápido, como flechas.”
El surf japonés se está preparando para su nueva edad de oro. Hoy en día hay aproximadamente dos millones de surfistas aficionados en el país. Aún hay otros deportes como el golf o el esquí que tiene más tirón dentro de la sociedad, sin embargo, la surfista Nao Omura declaró que el interés del público está aumentando desde el anuncio de la introducción de surf en los juegos olímpicos de Tokio. Con un buen desarrollo de las competiciones olímpicas de surf, Japón se ganará el respeto y el reconocimiento de la comunidad mundial del surf.
El objetivo del país nipón, a nivel turístico y deportivo es ganarse un sitio en el mapa de los denominados ‘países de surf (Australia, Hawaii, sudeste asiático, la costa occidental de Estados Unidos, etc).
A través de los juegos olímpicos el país quiere mostrar sus fortalezas, los 29.751 km de costa, muchos de ellos rodeados por el océano Pacífico, la temporada de Tifones, de finales de agosto a finales de septiembre, que deja unas olas de fondo impresionantes.
Los japoneses quieren subirse al barco del turismo del surf, que deja unos 50 mil millones de dólares de beneficio económico al año en todo el mundo. Además el surf también puede ser una respuesta al desafío demográfico que afronta el país.
En Japón hay una tendencia de la población de moverse a las ciudades grandes que existen en el interior. Esto genera un problema para las ciudades costeras, que se están quedando sin habitantes.
De hecho según algunos estudios 896 ciudades podían desaparecer para 2040. Varias ciudades están invirtiendo en equipos para atraer a surfistas amateur (playas, olas comerciales, estacionamientos, edificios comerciales, etc), como el caso de la ciudad de Hyuga, en la isla de Kyushu, en el sur del país, con un proyecto llamado ‘surf city’.
*Foto Portada: “La gran ola de Kanagawa”. autor Katsushika Hokusai.
No Comments