12 Sep LA FISIOLOGÍA DE LA RESPIRACIÓN
La respiración es la función más importante de todas, la vida depende enteramente del acto de respirar. Igual que una cadena está formada por numerosos eslabones, la vida consiste en una incontable sucesión de inspiraciones y exhalaciones. Por lo tanto, si queremos vivir en plenitud, debemos respirar hondamente.
Poco se relaciona la respiración con la tensión, ésta es una reacción externa a una actitud interna, según lo refleja el sistema nervioso central. Cuando el esfuerzo actúa sobre la mente, esta queda sometida al temor que a su vez provoca ansiedad y esto produce tensión.
Con el objeto de contrarrestar la tensión, debemos acondicionar nuestra mente para que no reaccione bajo la presión del esfuerzo.
Esto puede conseguirse controlando la respiración, puesto que la mente es la que dirige los sentidos, mientras que la respiración controla la mente o, dicho de otra manera, influye sobre ella.
Así, la respiración profunda surte de oxígeno a nuestro sistema y es sumamente importante para mantener nuestras glándulas en un estado sano.
El desarrollo adecuado del pecho y la costumbre de respirar correctamente afectan favorablemente al corazón, las arterias, las venas y la formación de glóbulos rojos, como también al funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. A su vez, este proceso genera abundante energía vital, una mente despierta y brillante y un espíritu joven y alegre.
Este gas de la vida alimenta y mantiene todos nuestros órganos y glándulas. El cerebro y el corazón, en especial, necesitan una abundante provisión de oxígeno para funcionar de forma correcta. El proceso de la digestión también se ve directamente afectado por el oxígeno, que promueve debidamente la respiración profunda.
La función que desempeña el oxígeno es esencial: disocia las moléculas de los alimentos convirtiéndolas en energía. Este proceso es conocido como ionización, siendo el ion un átomo cargado de electricidad.
Los alimentos, en primer lugar, tienen que ser completamente desintegrados y luego convertidos en energía pura, una energía llamada “prana” en el yoga, que en sánscrito significa “fuerza de la vida o energía absoluta.”
Solamente después de este ciclo, nuestro organismo puede absorber la nutrición y ser sustentado por ésta. De este modo, si proporcionamos a nuestro organismo cantidades adecuadas de oxígeno, nuestro proceso de ionización será muy beneficioso para nuestra digestión y para nuestro sistema inmunológico.
La respiración, asimismo, puede aportarnos nutrientes del aire, de modo que, en realidad, sólo necesitamos una pequeña cantidad de alimento adicional para la vida.
Una de las ayudas más valiosas para la belleza nos envuelve constante e invisiblemente. Se trata del aire que respiramos. La apropiada inhalación y exhalación de aire fresco y limpio es beneficioso para la mente y el cuerpo, pues orea, limpia y da energía al organismo.
La respiración profunda es un factor vital para la conservación de la salud y realza la belleza, femenina o masculina, dado que quema la malsana gordura y los desechos tóxicos. Además, suaviza la piel, le da brillo y suavidad, produce un cutis impecablemente atractivo y hace que el brillo crezca en los ojos.
Puesto que respiramos en profundidad mientras dormimos, el método sencillo para aprender a hacerlo, en estado de vigilia, debe ser semejante al del sueño. Probablemente, esto es el indicio de que la respiración profunda es de índole elemental y de que podamos establecer conscientemente el contacto entre nuestro “yo interior” y las fuerzas profundas de la naturaleza.
En este tipo de práctica, la exhalación es tan importante como la inhalación, porque elimina las materias tóxicas. Rara vez se vacían las partes inferiores de nuestros pulmones y en consecuencia tienden a almacenar una cantidad de aire de productos de desecho.
Cuando la parte inferior de nuestros pulmones se expande y se contrae como es debido, se benefician sobremanera de la circulación el hígado y del bazo, ya que son “masajeados” por el diafragma. Así también, los intestinos, que están por debajo y reciben un estímulo directo gracias al movimiento respiratorio.
El yoga da una considerable importancia a nuestra relación con el Universo. Nos enseña una forma de respirar diferente a la ordinaria, una respiración que es el reflejo de nuestra actitud interna mientras la estamos ejecutando.
Esta actitud es de devoción, de acatamiento a la comunión con el Todo, y debe mantenerse todo el tiempo mientras la estemos ejecutando, siempre gracias a la inabarcable presencia del aire.
En el canal de Youtube de Uniyoga Gernika puedes encontrar videos relacionados con este tema.
Foto de portada: Agustín Viera
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