01 Mar INDIA: MENTE Y MAR
Llegas esperando encontrarte de frente con experiencias únicas, los nervios te preparan para lo que crees que te espera al llegar, sales del aeropuerto con los ojos bien abiertos para no perderte nada, pero todo lo que te imaginaste, ni se acerca a lo que ves.
India es un país increíblemente único, con más de 3.000 km de playas casi sin explorar, un país donde entrar al agua es más que nunca un ritual, donde se mezclan la espiritualidad y las olas, un lugar donde cada playa tiene algún significado místico o religioso.
Escondidas, se encuentran muchas rompientes aún desconocidas o poco frecuentadas, algunas de ellas de muy buena calidad. Nosotros buscamos olas desde el norte hasta el sur, siguiendo toda la costa oeste hasta llegar a Chennai y visitando los puntos y playas donde creíamos que podía haber olas.
Tras varios meses visitando el país nos quedó una cosa clara, India es diferente, así como lo son sus olas. Alguno de los mejores spot que hemos encontrado son:
Tanivabi beach
Justo en la carretera que sale de la ciudad y bordea la península de arena de Mangalore. Puedes llegar en Ferry desde la ciudad (5′) o coger un autobús público que te deja en la carretera de la playa y caminar unos 2 kilómetros hasta llegar a la zona donde rompen olas. Es un spot muy tubero y casi siempre sin viento. Sólo hay que esperar el swell adecuado.
Mangalore Port
Fue una de las razones por las que volví a India por cuarta vez. Busqué y vi que podía ser una de las mejores derechas de toda la costa.
Kovalam
Un punto donde podrás coger olas todos los días, habrá días buenos y malos, pero por lo que vi, siempre puedes “rascar” algo en esta parte de India y además, al salir del agua puedes ir de cabeza al “Papakuti” a darte un saludable masaje de ayurveda o simplemente a tomarte algo refrescante por la avenida.
Chennai
Al sureste, una gran ciudad hindú, con todo lo que ello significa ruido, basura, te-chai, vacas… Encontramos un gran beach-break en el que cuando las condiciones son buenas se producen unos tubos impresionantes y muy largos, la única pega la basura que flota en el agua y en la arena.
Los años pasan muy deprisa y este es un lugar que no puedes dejar de “sentir”, que no es lo mismo que ver, me refiero a sentir, me refiero a oler, tocar, observar y dejar que sea tu ser el que te guíe. La India es el lugar donde el alma toma las riendas y elige por ti los caminos que te llevarán a un destino u otro, a ese mágico lugar.
La gente es amable y siempre sonríe, te paran y te preguntan, les sorprende ver a una pareja como nosotros por allí solos y aún más, llevando la tabla conmigo, despertamos en ellos una especial curiosidad. Nada les para para venir a preguntarnos si somos marido y mujer o si tenemos niños, te sientes extrañamente como en casa cuando pisas la India…
Es un país que se ama o se odia, pero lo que esta clarísimo es que no deja a nadie indiferente, te marcará para siempre, muchas cosas no te las explicarás al instante si piensas de manera racional, pero cuando te vas o te diriges a otro lugar, tal vez notes que lo que viste allí, lo que sentiste, se mueve contigo a todas partes, tal vez sientas que tu alma ya no es la misma, que ha cobrado vida pero forma parte de ti.
Lo que queremos trasmitir es que viajar a la India, es realizar un viaje al interior de uno mismo, es un verdadero choque cultural desde el minuto uno. Si quieres encontrarte a ti mismo, si quieres descubrir hasta donde estás dispuesto a llegar, si no tienes miedo a enfrentarte a tu destino y buscas un toque de espiritualidad y el shock de una cultura totalmente distinta a lo que estás acostumbrado… este es tu viaje, INDIA.
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