04 May GESTIONAR EMOCIONES
Uno de los beneficios de practicar deporte en un medio vivo como es el mar es que nos ayuda a desarrollar nuestra inteligencia emocional. Nos expone a imprevistos y nos fuerza a reaccionar y actuar.
Algunos desconocen que el mecanismo que media entre el estímulo y la acción son las emociones. Bien gestionadas pueden ser la clave del éxito. Por eso, hemos acudido a nuestro colaborador de referencia en estos temas, el psicológo Miguel Ángel Cueto, quien nos aporta claves y consejos para usarlas a nuestro favor en el deporte y en cualquier ámbito de la vida.
Cómo gestionar emociones y sentimientos
Las emociones y los sentimientos son las notas con las que componemos la melodía a nuestra vida. Aprender lo que nos quieren transmitir es esencial para desenvolverse en el océano de circunstancias que van a acompañar nuestra evolución como seres humanos. Escucha cómo ha sonado tu música hasta ahora.
Las emociones y los sentimientos son las notas con las que compones la melodía de tu vida
¿Qué son las emociones?
Las emociones son universales. Las emociones son las notas primarias de nuestra música. Nos dicen cómo nos encontramos en el momento presente. Éstas notas son sólo seis y con ellas nos podemos comunicar, sin decir ni una palabra, con cualquier ser humano. No importa dónde has nacido, tus emociones esenciales son comunes al resto de las personas con las que te relacionas.
Sí, lo que provocan en ti estas emociones se lo provocan a todos los demás, sin excepción. En nada te diferencias, a lo que emociones básicas se refiere, con nadie de este planeta. Se reflejan en nuestra cara y le transmitimos a los que nos rodean cómo nos sentimos.
Estas seis emociones son: asco, enfado, tristeza, miedo, sorpresa y alegría. Se sienten espontáneamente y no son moduladas por nuestro pensamiento. Provienen directamente de nuestro sistema límbico y son lo que nos ha permitido evolucionar e interactuar con los demás. Nos permiten adaptarnos y evolucionar.
¿Qué características tienen las emociones?
Las emociones duran un tiempo limitado. Las emociones pueden resultarnos más o menos agradables, pero no son ni buenas ni malas. Todas son igualmente valiosas y necesarias. Son adaptativas y claramente beneficiosas para desenvolvernos como especie.
Se sienten inmediatamente ante un evento determinado. Una vez se inicia la emoción no se puede cortar su efecto. Esto se debe a que son muy primarias y mueven una gran cantidad de procesos fisiológicos que una vez iniciados, permanecerán por un tiempo en nosotros.
Como ejemplo imagínate a una persona que se acaba de enterar que le ha tocado la lotería. Ciertamente se pondrá muy feliz y por mucho que lo intente, no podrá dejar de sentirse alegre y eufórica, durante un cierto tiempo que puede durar desde minutos hasta hora y media aproximadamente.
Lo mismo sucede con una emoción de asco, de tristeza, etc. Como vemos son una respuesta genuina, no modulada y visceral. En ellas el pensamiento no interviene.
Las seis emociones básicas:
Desagradables:
1 – Miedo: ¿Seré capaz de afrontar la situación?
La emoción del miedo la sentimos al sentirnos en peligro o amenazados. Nos produce grandes sensaciones corporales porque nos prepara para luchar o huir. Es muy estresante y es la emoción que menos tiempo podemos soportar. Se puede sentir por un peligro real o virtual.
2 – Asco:
Suele estar muy asociada a los alimentos, pero también la podemos asociar a cualquier cosa, persona o circunstancia. Nos empuja a tomar distancia. Su función es de protección y su información queda muy grabada en nuestra memoria para aplicarla en el futuro. Es la más desagradable de las emociones.Enfado: no sucede lo que yo quiero.
3 – Enfado:
Nos transmite fuerza y nos predispone al ataque. Está muy unido a las expectativas que tenemos de una persona, una situación, nosotros mismos… El mensaje es que lo que esperábamos no es lo que sucede. La respuesta es el deseo de destrucción. Se ataca aquello que nos ha herido para que no vuelva a repetir lo que ha hecho.
4- Tristeza:
Se presenta al perder algo, al sentirnos dañados… Es la emoción que más pensamientos y cogniciones suele asociar. Nos orienta a integrar y reflexionar. Abre nuestra creatividad y potencia nuestra inspiración. Esta emoción parece inhibir el deseo de realizar actividades que te gusten y beneficien tu bienestar interior por lo que tiende a mantenerse en el tiempo si no reorientas tus pensamientos hacia aspectos positivos.
Agradables:
5 – Alegría:
Nos impulsa a la actividad, a realizar y llevar a cabo proyectos, a movernos… Se transmite fácilmente de una persona a otra. Es muy positivo expresarla porque enviamos un mensaje muy positivo a todo nuestro organismo y a nuestra psique. Cultivar la alegría en tu propio jardín es muy saludable y así no depender de otros para experimentarla.
Neutra:
6 – Sorpresa:
Es una emoción breve. Se presenta ante lo inesperado. No es agradable ni desagradable en sí misma. Potencia nuestros sentidos y percepciones al máximo. Puede conducirnos a una de las emociones anteriores con mucha facilidad pero no es una emoción que te transmita mucha información.
¿Qué son los sentimientos?
Los sentimientos son mucho más elaborados que las emociones. En este caso sí que intervienen los pensamientos y las reflexiones haciendo que su duración sea mucho más larga que en el caso de las emociones.
Aquí es donde comienza a haber enormes diferencias entre las personas. La filosofía de vida, la experiencia, la madurez de la personalidad, las expectativas y el nivel de autoestima van a provocar que tu vida sea un infierno o el paraíso terrenal.
“La madurez se logra cuando una persona pospone placeres inmediatos por valores a largo plazo.” Joshua L. Liebman
Proyecta tus energías en crear en ti sentimientos constructivos y armoniosos. El sentimiento nos lleva a sentirnos con un determinado estado de ánimo. Si experimentamos alegría y dirigimos nuestros pensamientos hacia el desarrollo personal, hacer cosas que nos agraden… Conseguiremos un sentimiento de bienestar. No es una sensación tan intensa como la emoción de la alegría pero es mucho más duradera.
¿Puedes influir en tus sentimientos?
Recuerda que el capitán de tu barco eres tú y marcar el rumbo depende de ti. Orientar tus pensamientos es tu privilegio y el desarrollo de tu voluntad solo requiere de decisión y perseverancia.
Las emociones y los sentimientos son las señales que te orientan en la vida y aprender a interpretarlos adecuadamente es un arte que merece la pena cultivar. No lo dudes, has nacido para disfrutar de esta vida y desarrollar todo tu potencial como ser humano está al alcance de tu mano.
Si en tu zona de confort no te sientes bien toma impulso y proyecta tus energías a crear en ti sentimientos constructivos, independientes de las personas y las circunstancias que te rodeen, que te aporten bienestar…
Cultivar sentimientos de gratitud hacia lo que te rodea aumenta mucho tu autoestima. Atreverse ante nuevos retos te aporta sentimientos de valentía y audacia. Aprender nuevas cosas que te beneficien aumenta tu sensación de capacidad además de tu autoestima.
Haz de tu vida una buena ensalada de sentimientos sanos y positivos y la vida te responderá y te lo devolverá multiplicado. Pruébalo, quizás te sorprendas logrando el bienestar interior mucho antes de lo que crees.
“La verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin dependencia ansiosa sobre el futuro.” Marco Aurelio.
Orientar las emociones y los sentimientos que colorean tu vida puede cambiar la forma como percibes tu realidad. Eres parte de un todo que te aguarda lleno de experiencias maravillosas. Es el momento de confiar en ti y de hacer de tu vida la aventura que siempre has deseado vivir.
Da un paso hacia tu bienestar y disfruta del momento presente.
Foto portada @pixabay
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