14 Nov EL HALLAZGO DE AGUA EN LA LUNA
El 26 de octubre el mundo despertaba con la noticia de que El Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja de la NASA confirmó la presencia de agua en la superficie de la Luna. Aunque se encontré en la parte iluminada por el sol, no descartan que pueda hallarse en las partes frías y sin presencia de luz.
¿Qué encontraron las investigaciones?
De acuerdo con el portal de Ciencia Nasa, el observatorio detectó moléculas de H2O en uno de los cráteres más grandes ubicados en el hemisferio sur de la luna: el cráter Clavius.
En la misma página explican que en observaciones realizadas hace dos años detectaron hidrógeno; sin embargo, los investigadores no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico cerca, el hidroxilo (OH).
Las observaciones previas, a una longitud de tres micras, señalaban indicios de agua, que “todavía dejaban abierta una explicación alternativa”, pero los nuevos datos “no tienen otra explicación que la presencia de agua molecular”, dijo a EFE Ignasi Ribas, astrofísico del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
Los dos estudios desarrollados por la agencia espacial estadounidense sustentan el hallazgo de agua en la luna fueron publicados en el último número de la revista científica Nature Astronomy. Uno de ellos señala la inequívoca detección de H2O en la Luna. El segundo sugiere que aproximadamente 40,000 kilómetros cuadrados de su superficie, de los que un 40% están en el sur, tienen la capacidad de retener agua en las llamadas trampas frías.
“Teníamos indicios de que H2O, la forma familiar del agua que conocemos, podría estar presente en el lado de la Luna iluminado por el Sol”, dijo Paul Hertz, director de la División de Astrofísica en la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington. “Ahora sabemos que está ahí. Este descubrimiento desafía nuestra comprensión de la superficie lunar y plantea preguntas intrigantes sobre recursos relevantes para la exploración del espacio profundo “.
¿Cómo realizaron estos descubrimientos?
Ambos estudios tuvieron diferentes métodos de investigación. El primero de ellos fue dirigido por Casey Honniball de la Universidad de Háwai. Empleado un telescopio reflector de la NASA a bordo de un Boeing 747SP, que es capaz de alcanzar una altitud de 12,000 metros.
Los datos fueron tomados del cráter Clavius, cerca del polo Sur, que fue observado por SOFIA en una longitud de onda de seis micras, a la que el agua molecular produce una firma espectral única cuando es excitada por la luz del sol. Con este sistema es posible descartar todo el vapor de agua de la atmósfera de la Tierra.
Los investigadores estiman que la abundancia en las altas latitudes meridionales es de 100 a 400 gramos de H2O por tonelada de regolito y la distribución del agua en ese pequeño rango de latitud es resultado de la geología local. Esa cantidad de agua es mucho menor que en la Tierra.
El segundo fue dirigido por Paul Hayne de la Universidad de Colorado Boulder. El equipo examinó la distribución de zonas en un estada de ocscuridad eterna en la luna, en las que presuntamente el agua congelada podría ser capturado y mantenerse estable.
“En las trampas frías las temperaturas son tan bajas que el hielo se comportaría como una roca”, si el agua entra ahí “no irá a ninguna parte durante mil millones de años”, señaló el científico citado por la universidad.
El estudio se realizó con datos del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la Nasa para evaluar una gama de posibles tamaños de trampas frías. El equipo usó también herramientas matemáticas para recrear cómo podría ser la superficie lunar a muy pequeña escala y la respuesta es que sería “un poco como una pelota de golf”, repleta de pequeños hoyos.
¿Por qué es una gran noticia?
El diario 20 Minutos publicó una entrevista con René Dufford, científico titular en el Instituto de Astrofísica de Andalucía. El científico asegura que “Este descubrimiento va a hacer posible crear una especie de mapa de reservas de agua, que puede ser útil para las próximas misiones en la Luna. Hay que tener en cuenta que se está planeando volver al satélite en cuatro años y que haya una base casi permanente allí. La presencia de agua será de gran utilidad para las colonias”.
Foto de portada:Pexels.
Fuente: NASA y Agencia EFE.
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