31 May ECO, BIO Y ORGÁNICO, ¿ES LO MISMO?
Hoy en día en los supermercados vemos etiquetas “bio”, “eco” y “organic”. Pero, ¿sabemos qué diferencias tienen? ¿Por qué existen diferentes etiquetados y cómo se otorgan?
Al final, los sellos de este tipo son una cuestión puramente administrativa, y no tanto de la naturaleza de su cultivo. Podríamos decir que la diferencia se encuentra en la percepción del consumidor.
Cuestión de ley
Los alimentos bio, orgánicos y ecológicos presentan pequeñas particularidades que permiten diferenciarlos. Sin embargo, sus características principales son comunes: provienen de un sistema de producción respetuoso con el medio ambiente, fomentan la biodiversidad, la preservación de recursos naturales y el bienestar animal.
Estos factores comunes hacen que organismos internacionales y administraciones engloben los tres conceptos bajo el término “ecológico” en términos de producción y etiquetado. De esta manera, la Unión Europea protege los tres conceptos en un reglamento sin hacer distinciones.
Asimismo, y con carácter supletorio a otras indicaciones que pudieran establecer las Comunidades Autónomas, podrán utilizarse, además, las siguientes: «obtenido sin el empleo de productos químicos de síntesis», «biológico», «orgánico», «biodinámico» y sus respectivos nombres compuestos, así como los vocablos «eco» y «bio», acompañados o no del nombre del producto, sus ingredientes o marca comercial.
Por tanto, estos sellos indican lo mismo: su procedencia de la agricultura ecológica según lo recoge el Reglamento (CE) 834/2007. Cabe destacar que solo los alimentos que cumplen con la ley, y que son aprobados por los comités, pueden llevar alguno de estos sellos.
Es pues, la legislación vigente de la Comunidad Europea la que plantea que los adjetivos “ecológico”, “biológico” y “orgánico” pueden ser utilizados como sinónimos en todo el territorio de la UE y están reservados en exclusiva a los productos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológica.
¿Qué nos asegura el sello europeo ecológico?
· Que el método de producción es sostenible y respeta la naturaleza.
· Que se trata de productos eco controlados una vez al año por los organismos o autoridades para garantizar que se respetan todas las normativas de producción ecológica, sanitaria y de protección del consumidor.
· Que los animales de ganadería pastan libremente al aire libre y son tratados de acuerdo con las condiciones de bienestar animal.
· Que en la agricultura orgánica no tienen cabida los alimentos genéticamente modificados.
· Que existen limitaciones muy estrictas para el uso de productos químicos (pesticidas, medicamentos y antibióticos). Sólo se pueden aplicar a los cultivos productos provenientes de la propia naturaleza, evitando las sustancias químicas o de síntesis.
· Que no se han utilizado aditivos alimentarios, es decir, sustancias que no sean necesarias.
Definiendo “eco”, “bio” y “orgánico”
El aumento de la producción ecológica y el creciente interés de los consumidores por el etiquetado de los alimentos hacen que se establezcan diferencias para la clasificación de estos productos.
ECO
Es la abreviación de “Ecológico”, es decir, referente a la ecología, los organismos y el medio ambiente. “Ecológico” engloba prácticas, políticas y producción que evitan cualquier daño medioambiental. Los alimentos ecológicos son aquellos cuya procedencia es absolutamente en equilibrio con el medio, en todas sus etapas de crecimiento y producción: semillas ecológicas, tierra y agua descontaminada, aprovechamiento de las condiciones naturales para el desarrollo como el clima o el suelo…
BIO
Los productos que llevan la etiqueta Bio, se destacan porque no contienen ningún componente que haya sido alterado genéticamente. Es decir, cualquier producto que exprese la condición de Bio en su envase, indica que no se realizaron intervenciones de laboratorio para conseguir el resultado final.
ORGÁNICO
Los alimentos orgánicos hacen hincapié en su estado de pureza respecto a los componentes que lo conforman, o a su crecimiento si se tratase de uno individual. En otras palabras, quiere decir que no se ha realizado ninguna intervención química para lograr un desarrollo óptimo con pesticidas, fertilizantes u otras sustancias similares.
En definitiva, lo que debemos hacer es fijarnos en la etiqueta de la Unión Europea que los certifica y nos da todas las garantías de que se han respetado las técnicas y procesos que implica este tipo de agricultura.
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