16 Jul UNA MAÑANA DE OTOÑO, UN SIGLO DE TABLAS DE SURF

Una ola azul claro se despliega alrededor de un promontorio verde, bordeada por rocas negras y rodeada por alcatraces blancos altísimos. Nubes sinuosas bailan en el cielo arriba y miríadas de peces se lanzan entre la superficie del agua y la arena ondulada con cintas de luz debajo. 

En todas direcciones, nuestros ojos quedan cautivados por diversas curvas y formas. Luego vemos a un humano en una tabla de surf de espuma blanca deslizándose a través de una ola. La ola detrás revela a otro ser humano en un tablero de espuma blanca. 

Se levantan y caen de la misma manera, líneas angulares casi irregulares que se sienten extrañamente repetitivas en este espacio curvo lleno de variación. Podemos notar que la uniformidad de los surfistas humanos parece extraña en la salvaje turbulencia de las olas.

Si tenemos suficientes líneas de sol en la cara, cicatrices en los pies y ojos rojos, nuestro próximo pensamiento puede retroceder a cuando las tablas de surf y los surfistas eran tan coloridos, variados y diversos como las olas. Si somos más jóvenes que eso, ¿hemos tenido muchas oportunidades de desarrollar ese tipo de alcance? ¿El surfista moderno está perdiendo uno de los encantos centrales del surf al andar en un solo sentido todo el tiempo?

Tal vez. ¿Qué nos sucede a los surfistas cuando nos sacudimos el empuje omnipresente de la modernidad para homogeneizar? ¿Qué nos sucede cuando retrocedemos en el tiempo y aprendemos de los surfistas de ayer y del mundo menos industrializado en el que vivían? ¿Podrían las tablas de surf ser una especie de bastón parlante para abrir la comunicación entre nosotros, el agua y entre nosotros?

“Personalmente, anhelo oportunidades para hacer esto y me encanta soñar con formas de compartir nuestras diversidades con mi círculo de surf, divertirme con amigos de todas las edades y creencias, y también ser fiel a la rectitud de los surfistas que señalan con el dedo medio los mecanismos. de pensamiento uniforme. Nuestro árbol genealógico surfero tiene raíces profundas y ramas llenas de frutas exóticas de tablas de surf.”

Me gusta tener este tipo de pensamientos. Dave Rastovich @dave_rastovich

Vídeo y texto cortesía Patagonia Australia www.patagonia.com

Fotos Justin Crawford @thecrawfordcosmos