13 Nov CUIDANDO LA BIODIVERSIDAD MARINA EN LA REPÚBLICA DOMINICANA
Preservar la biodiversidad marina es clave para la supervivencia del planeta y del ser humano. Muchas veces, son las pequeñas comunidades de pueblos remotos las que realizan acciones que contribuyen al cuidado del medio.
Esta vez, el equipo de Boa Mistura realizó un proyecto en una pequeña comunidad de la República Dominicana para concienciar sobre la importancia de la biodiversidad marina.
¡Conócelo!
Por la preservación de la vida marina
Existen muchas razones para cuidar el océano. Dependemos económicamente de él. Trece de las quince ciudades más importantes del mundo están localizadas cerca de o en las costas; 2,7 mil millones de personas en el mundo dependen directamente de la costa para subsistir. El 90% de las especies de este planeta dependen del océano, incluyendo al ser humano.
Es en el océano donde se han encontrado infinidad de compuestos que podrían combatir al cáncer. El océano es el único amortiguador natural del calentamiento global; es el hogar de la ballena azul, el animal más grande de toda la historia (aún más grande que los dinosaurios).
La pesca se ve desafiada por los efectos combinados de la sobrepesca, el cambio climático , el deterioro de los ecosistemas y las políticas de conservación. Comprender cómo responden los pescadores a estos cambios es fundamental para la gestión de la pesca.
Y es que comunidades como el pueblo de Pepillo Salcedo, en la República Dominicana, dirigen sus esfuerzos hacia la preservación de la vida marina.
Para ilustrar su comunidad y su trabajo, los chicos de Boa Mistura han sido los encargados de pintar las barcas en República Dominicana, un proyecto para concienciar a la comunidad sobre la importancia de la biodiversidad marina.
El proyecto: Boa Mistura
Boa Mistura es un equipo multidisciplinar con raíces en el graffiti nacido a finales de 2001 en Madrid. Su trabajo se desarrolla principalmente en el espacios públicos. Han realizado tenido proyectos en Sudáfrica, Brasil, México, EE.UU, Georgia, Argelia, Chile, Kenia, Noruega, Reino Unido, Serbia, China o Panamá.
Amamos lo que hacemos. Entendemos nuestro trabajo como una herramienta para transformar la calle y crear vínculos entre las personas. Sentimos una responsabilidad con la ciudad y el tiempo en el que vivimos.
“Inspirados en el Pez Loro, pintamos las 52 barcas del pueblo junto a los pescadores, buscando sensibilizar a la población de la importancia de la preservación de la biodiversidad marina”.
Es un proyecto que traduce los esfuerzos de una comunidad que ha sembrado una semilla de la conciencia y de lo importante que es conservar las especies, en concreto el pez loro.
El pintar las barcas es como una especie de piel abstracta que va salpicando cada una de las barcas para sensibilizar a las personas, en honor al pez loro.
El pez que limpia el arrecife
Los peces loro, conocidos en algunas zonas con el nombre de pez papagayo, como la mayoría de peces que tienen características similares a ellos, poseen una gran predilección por hacer de las aguas tropicales su hogar. En concreto, son las aguas de los océanos Índico y Pacífico donde mayor número de ejemplares de esta especie conviven. No obstante, también encontramos peces loro en el océano Atlántico y el Mar Rojo.
Los peces loro se han adaptado a la vida en los arrecifes de coral, como muchos otros tipos de peces, ya que allí hay un número mayor de posibilidades de supervivencia que en otros lugares.
Los peces loro son generalmente herbívoros, y basan su dieta en algas que arrancan y recogen en los arrecifes de coral. Aunque también hay ocasiones en las que actúan como depredadores, atrapando pequeños moluscos y organismos de tamaños extremadamente pequeño.
El pez loro come constantemente coral muerto cubierto de algas, mantiene los arrecifes limpios y en buen estado. Cuando se alimentan de algas y corales, son capaces de triturar y moler los pedazos en fragmentos muy, pero que muy pequeños. Esto deriva en que sus sustancias de desecho producidas tras la digestión sean arenosas. Hay lugares del planeta en los que el pez loro, debido a su importante actividad alimenticia y digestiva, supera la producción de arena de cualquier otro tipo de proceso natural.
Los científicos estiman que hay peces loro que superan los 100 kilos de arena producida al año, ¡casi nada!
Foto: El comandon
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