25 Dic LA CARA “B” DE INDONESIA: NO SOLO SURF
Una de las mayores catástrofes medio ambientales de este siglo que ha causado 50 veces más muertes que el huracán Katrina
Texto Víctor Gallego
Éste no es el mensaje del Rey, ni el típico christmas navideño, queremos que sea un artículo que conciencie. Si puede, incluso, nos haga reflexionar y, cuando vayamos a poner nuestros objetivos de cara al 2017, que uno de ellos sea el planeta.
Cada cual tendrá un recuerdo especial para este año que está a punto de terminar. Hará una especie de recolección de cada uno de ellos y valorará si ha sido un buen o un mal año, si ha sido una buena o una mala persona. En función a estos criterios, sabrá si se merece los primer mundistas y fantásticos regalos que traen unos reyes “magos” venidos de esos países en guerra. Países en los que los reyes no son los padres, son los señores del petróleo, y en los que cada año les traen carbón y miseria, porque debieron de haber sido muy malos, casi siervos de Belcebú. Por eso, por la gracia de dios, todo el mundo tiene lo que se merece, o ¿será por la gracia y suerte del lugar en el que se nace?
El mundo está jodido. No acaba una desgracia y ya está empezando otra que, a los tres días en los medios, habrá pasado. No recordaremos si la vimos en la primera, en antena 3 o en una película en la que Chuck Norris y Steven Seagal vuelven a salvarnos de los rusos.
Con esta introducción en la que se deja patente el sentimiento efímero que impera en nuestra sociedad, nos gustaría recordaros algo. Después de dos años, todavía se están pagando las consecuencias de una de las mayores catástrofes medioambientales de este siglo: los incendios forestales que asolaron Indonesia durante el mes de octubre del año 2015 y que, en lo que va de 2016, han causado más de 100.000 muertes humanas. 50 veces más de muertes que el huracán Katrina, con la pequeña diferencia, de que éstas han sido causadas por el hombre.
Millones de personas en Indonesia tendrán un recuerdo del 2016 casi tan desolador como el del 2015, año en el que vivieron una de las peores catástrofes medioambientales del planeta. Durante un mes vieron cómo las llamas devoraban su país y, ahora, durante un año han visto cómo sus seres queridos pagaban las consecuencias.
Indonesia
Este país insular conformado por 17.508 islas, en su mayoría deshabitadas, está ubicado en el sudeste asiático y tiene una población que supera los 250 millones de habitantes, repartidos entre un total de 6.000 islas. Con una superficie de casi 2 millones de km2, alberga algunas de las mayores islas del planeta, como son la isla de Borneo (725.500 km2) o la de Sumatra (427.300 km2).
Indonesia es conocida por ser un lugar de interés turístico para los amantes del surf, de la naturaleza, de la aventura o por lo exótico de sus gentes y cultura. Pero. detrás de estos titulares que llenan los escaparates de las agencias de viajes, hay un país devastado por las llamas de 119.072 incendios forestales que amenazaron no solo la biodiversidad que habita en sus bosques, poniendo en peligro extremo a animales emblemáticos en riesgo de extinción como el orangután, los tigres o los rinocerontes de Sumatra, sino que complicó seriamente la salud de su población por la emisión de gases altamente perjudiciales para el ser humano.
Remedio o enfermedad
El incremento del consumo a nivel mundial de productos que de alguna u otra manera contienen aceite de palma (mucho más económico que otros tipos de aceites), ha provocado que desde hace ya algún tiempo, la manera más rápida de obtener este oro líquido, sea la quema indiscriminada de los bosques existentes para replantarlos con el árbol que da el fruto de este producto.
El resultado es evidente, incendios incentivados por empresas cuyo objetivo es la reforestación con plantaciones agroindustriales de palmas aceiteras que han dejado en 50 años más hectáreas de bosques destruidos que mucho del territorio que ocupa España.
Todos son víctimas y verdugos, ya que uno de los motores económicos de esta región es la producción de estos aceites, llegando a ser el principal exportador a nivel mundial y dando trabajo a más de 3 millones de indonesios. Sin embargo, este incremento en la demanda y su bajo coste hace que las grandes empresas cosméticas, alimenticias y de biocombustibles vean una oportunidad de incrementar sus arcas aunque sea a un coste ecológico irreparable.
La más afectada de las islas que conforman este país asiático fue la isla de Sumatra pero, en la suma de todas ellas, llegó en solo dos meses a alcanzar índices de contaminación más altos que los de los principales países contaminantes del planeta juntos (E.E.U.U., China o Rusia)
Graves consecuencias para la biodiversidad y un punto más para el cambio climático
Los resultados que se derivaron como consecuencia de estos incendios, no hacen más que empeorar la situación que ya se viene denunciando desde diferentes ONG´s que trabajan en esos países.
Especies en peligro de extinción como los orangutanes fueron una vez más los principales damnificados. Les dan caza para ser vendidos en el mercado ilegal, sus hembras son secuestradas y encadenadas para ejercer la prostitución, otros acabaron quemados vivos en este atentado contra la naturaleza. Los datos que se arrojan desde organizaciones como Proyecto Gran Simio o la Fundación para la Supervivencia del Orangután estiman que esta especie, una de las más inteligentes del planeta, ha visto reducido en 1 millón de hectáreas su hábitat y en más de la mitad su censo en las últimas décadas. Posiblemente seguirá mermando su población porque los ejemplares más jóvenes tienen dificultades para la supervivencia debido a infecciones respiratorias producidas por el humo que respiraron. Actualmente, se calcula que hay 7.000 ejemplares viviendo en esa área, de los cuales alrededor de unos 3.000 se concentran solo en la isla de Borneo.
Más especies animales que han visto acechada su supervivencia, aparte del tigre o el rinoceronte de Sumatra, han sido las 380 especies de aves a las que también encontramos en esta lista negra, por no hablar del pulmón del planeta que se ennegreció con el humo de estos fuegos poniendo en peligro más de 10.000 tipos de plantas diferentes, incluida la singular Rafflesia, un parásito vegetal que produce la flor más grande del mundo.
Otro de los que sale reforzado de esta catástrofe ecológica es el cambio climático, que ganó dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno que se emitieron a la atmósfera durante los fuegos forestales.
En condiciones normales, estos gases que se desprendieron desaparecerían de la atmósfera gracias a la vegetación que vuelve a crecer en los años posteriores al fuego pero, en esta ocasión, al ser turba la mayor parte de las áreas que se afectó no fijan el carbono emitido y jamás se llegará a producir la desaparición de estos gases.
Graves consecuencias en el ser humano.
Pero, como en todo, la peor parte se la han llevado los millones de personas que viven en estas regiones. Después de meses sin casi ver la luz del sol, ahora están sufriendo las consecuencias que trae haber inhalado los humos durante un tiempo prolongado. Como señalaba anteriormente, en lo que va de año ya han perdido la vida por estas dolencias más de 100.000 personas: 91.600 muertes prematuras en Indonesia, 6.500 en Malasia y 2.200 en Singapur. Un auténtico genocidio que ha dejado un paisaje desolador y un futuro incierto, perpetrado por empresas e industrias que en estas fechas navideñas están llenando sus arcas a costa de la vida de muchos miles de personas, para las cuales la navidad no es más que un cuento chino que viene de occidente.
La semana pasada se mostraba una Indonesia surfera, exótica e increíble. Si no queremos que eso se pierda, todos deberíamos de ser más consecuentes con las decisiones que tomamos, más críticos a veces con nuestra conciencia. Pues, al fin y al cabo, el verdadero cáncer de este planeta no está siendo otro que el propio ser humano.
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