19 Dic VISITA A LA BRETAÑA FRANCESA
Al hablar de Francia, a menudo nos vienen a la mente esas imágenes que vemos en vídeos o presenciamos en directo en Las Landas. Días de primavera, verano y otoño con tubos perfectos en Hossegor…
Pero, más allá de esta costa, existe una región con un estilo de vida mucho “más tranquilo” y unas bahías que esconden playas y point breaks que permiten surfear con todo tipo de condiciones.
En uno de mis viajes, tuve la oportunidad de conocer la región de la Bretaña Francesa, en la provincia de Finisterre, junto a los locales de Skate, Surf & Traditions.
Una costa verde, serpenteante y tranquila
La imagen que tenía de la costa francesa era aquella que vi en Hossegor. Largas playas de arena con olas huecas y un ambiente turístico. Pero a principios de septiembre tuve la oportunidad de visitar una zona de la que casi no había oído hablar, la Bretaña Francesa, una costa llena de olas, paisajes verdes y tranquilidad.
Y es que fue gracias a la ayuda de un grupo de amigos que pude conocer la magia y belleza de un pueblo llamado Concarneau y sus alrededores. Ellos son S.S.T, Skate, Surf & Traditions. Si visitas este lugar, ¡únete a uno de sus eventos!
Un grupo de jóvenes surfistas y skaters, originarios de Tahití y de la propia Bretaña, cuya pasión por el skate, el surf y el kitesurf les ha llevado a crear la Asociación S.S.T (Skate and Surf Traditions). Surfean, patinan, hacen kitesurf…Y ante todo, ¡unen a la gente en diferentes eventos con una rampa de skate, música y cervezas!
La región de Finistère, está llena de olas, senderos, gastronomía y paisajes que te harán disfrutar de un surftrip al completo. Mucho más que surf, salvaje y auténtica, esta región te desvela sus grandes espacios naturales, y te permite descubrir tradiciones populares.
Mecida por el mar y la luz, es un trozo de paraíso para los artistas, deportistas y todos los amantes de bellos paisajes.
Si visitas Concarneau y los pueblos de alrededor, no puedes irte sin probar sus diferentes tipos de cervezas y vinos, combinados con las ostras…¡los hay para todos los gustos!
Los pueblos son pequeños y acogedores, un lugar perfecto si lo que quieres es ir a relajarte, comer crêpes y surfear olas con mucho potencial.
Sus olas
Debido a que es una costa serpenteante y con pequeñas islas alrededor, existen una gran variedad de spots, lo que permite surfear con todo tipo de condiciones. Olas tanto para beginners como para surfers más avanzados, olas de arena y point breaks de gran calidad.
Esta costa es, sin duda, un lugar en el que siempre hay una opción para surfear, mejor o peor, pero siempre podrás darte un baño. Y es que en muchos aspectos me recordaba a Galicia, sobre todo cuando te pierdes entre pequeños pueblos que albergan olas salvajes y con mucho potencial.
La Torche
De principiantes a avanzados, este beach break es muy consistente y ofrece olas con fuerza, de derechas e izquierdas. Funciona mejor con un swell del suroeste o bien oeste.
Si no hay olas en ningún sitio, La Torche es la playa a donde ir. ¡Siempre hay algo surfeable!
La Palue – Península de Crozon
La península de Crozon está situada cerca de la ciudad de Brest, en uno de los puntos más al oeste de la Bretaña Francesa. Los bretones lo llaman ‘Presqui’ile de Crozon’, que significa “la casi isla”.
Se trata de una zona llena de acantilados, con senderos entre las múltiples playas y arrecifes. La Palue es una playa kilométrica donde entra mucho mar, y funciona con todas las mareas.
Pointe de Dinan – Península de Crozon
Una ola de ensueño cuando funciona. Se trata de un point break de derechas que rompe cuando entra mucho mar. Si La Palue está muy grande…¡probablemente esta derecha kilométrica esté funcionando!
Es una costa llena de olas diferentes y con magia para explorar. Otros spots como St. Tugen, la Baie des Trépassés, Tronoën… son dignos de visitar. Pero os dejo el descubrimiento para vuestra próxima aventura.
Un destino al que sin duda me quedaron ganas de volver. Un lugar con un duro invierno, pero inmensa belleza. Una parte de Francia de la que poco se oye hablar y que destacaría por su tranquilidad, sus olas con poca gente y sus paisajes.
Por Paula Paz @paulapaz
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