08 May ARMONÍA Y CONCIENCIA
Sigue tu corazón
En este mundo caótico, no tenemos tiempo para estar presentes ya que nuestra atención está dispersa en demasiadas cosas. Todas estas distracciones nos hacen tomar decisiones sin basarnos en lo que verdaderamente necesitamos. El mar nos trae calma y serenidad, nos limpia de todo y nos recicla, pero además debemos aprender a sobrellevar todo lo demás a escucharnos y tomar el control.
Tomamos decisiones en nuestra vida anclados en la comodidad y en la dejadez. En muchas ocasiones abrumados por el bombardeo informativo que no nos permite centrarnos en lo importante. Otras veces, lo hacemos presionados por la vorágine de las prisas de este mundo. Y en prácticamente todas las ocasiones, valoramos más opiniones y estándares de vida creados de forma artificial por otros.
Tenemos miedo de estar equivocados, y nos pasamos la vida pensando si lo que realmente sentimos está bien o no lo está. Este miedo, nuestra propia creación, proviene de varios factores, nuestro pasado, nuestra educación, nuestra historia… Se tu mismo, es decir, deja que tu corazón sienta.
Para un minuto diariamente y disfruta la calma más absoluta. Estate presente, sin esperar nada, y te sentirás mejor.
Para sentirte bien es necesario entre otras cosas amar lo que haces. ¡Sigue a tu corazón, como si no hubiera un mañana!
Renacer
La vida es como una montaña rusa. Los acontecimientos que ocurren en nuestro camino, nos hacen renacer constantemente. Date la oportunidad de afrontar tus miedos, de liberarte. Eso que es bueno y malo y eso que es malo y bueno.
Es importante dejar ir e intenta considerar cada acontecimiento de tu vida como una oportunidad. El cambio es la primera enseñanza del Buda:
Si comprendemos la naturaleza transitoria de la vida, entendemos la permanencia.
Agradecimiento
Hoy en día, tenemos una mentalidad terriblemente egoísta, tenemos una mentalidad acaparadora, queremos todo para nosotros. El espíritu de dar se ha convertido en una necesidad absoluta. Ser agradecidos es más que una norma de cortesía, es una forma de cruzar fronteras para llegar a un plano más emocional, personal e incluso espiritual.
Nuestra mente no se puede centrar en esperar algo de los demás o esperar algo continuamente de nosotros mismo, porque la impaciencia se manifiesta rápidamente, mientras que se necesita tiempo para agradecer. Tenemos que estar presentes en las pequeñas cosas.
La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos del ser humano. Reconocer a nuestros semejantes mediante la gratitud es uno de nuestros valores más poderosos, y ser agradecido no quiere decir estar en deuda con alguien.
Pero tan importante como el agradecimiento a los demás, es el agradecimiento a uno mismo, el auto-reconocimiento, es un pilar básico que refuerza tu autoestima.
El agradecimiento es la memoria del corazón – Lao Tse
Namasté
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