02 Nov LA NUEVA AVENTURA DE ANTONIO DE LA ROSA
Antonio de la Rosa completa la vuelta a la península ibérica en paddle-surf.
El aventurero salió hace 141 días desde Fuenterrabía en Guipúzcoa y ha llegado a Portbou en Gerona, tras recorrer más de 3.500 kilómetros
El aventurero Antonio de la Rosa se ha convertido en la primera persona en lograr dar la vuelta a la península ibérica en paddle-surf, tras 141 días remando. Hoy a las 17:30 horas llegó a Portbou (Gerona), final de la expedición, tras recorrer sobre su tabla más de 3.500 kilómetros de costas desde que salió el pasado 7 de junio de Fuentarrabía (Guipúzcoa).
Durante la travesía el vallisoletano se enfrentaba a jornadas de más 40 kilómetros remando, que en alguna ocasión llegaron hasta los 64 kilómetros, en las que invertía una media de 7 a 8 horas diarias. Sus días se dividían en dos fases, una primera de 25 a 30 kilómetros, y otra segunda después de comer y descansar, que en los últimos días se vio reducida por la disminución de horas de sol.
Antonio de la Rosa ha recorrido todas las costas de Portugal y España pertenecientes a la península, en un reto en el que aseguró que “El que mandaba era el tiempo”. Añadió que “El problema eran los vientos frontales; en cambio cuando iban en tu misma dirección, mi cuerpo actuaba como una vela y me ayuda a avanzar veloz. Con los vientos laterales, me podía permitir remar de lado, aunque progresaba más lento”.
El tiempo fue el responsable del mayor susto del deportista extremo. Relató que “Hace unas semanas cuando estaba en Torredembarra, cerca de Barcelona, surgieron fuera de todo pronóstico unos vientos desde la mar hacia tierra de hasta 180 kilómetros hora. Fue una experiencia aterradora, volaba todo alrededor. Tuve suerte de encontrarme en tierra, prefiero no imaginarme qué hubiera pasado si me hubiera sorprendido remando”.
“Ya tiene la cabeza puesta en 2018 y en nuevos desafíos, las horas de remo sobre su tabla de paddl-surf han dado para pensar mucho”
Según acumulaba kilómetros, también lo hacía el cansancio físico, de los casi cuatro meses sobre la tabla sólo 20 jornadas no salió a la mar por causas climatológicas, tiempo que el aventurero aprovechó para disputar competiciones de paddle-surf cerca de la zona donde se encontraba. “Terminaba de remar, miraba el parte de vientos y al día siguiente afrontaba más de lo mismo, pero siempre con optimismo y ganas”, recordó.
Deportista por naturaleza y recopilador de experiencias por inquietud, durante su “Vuelta a la península Ibérica en paddle-surf” vivió complejos momentos que demostraron su afán de superación diario: su complicado paso por Estaca de Bares, el vértice más al Norte de Galicia; los acantilados de San Andrés de Teixido, casi 30 kilómetros en los que no había ningún entrante de tierra para parar; el robo de dos de sus tablas en Oporto; la confiscación de otra de ellas por la policía marítima portuguesa que más tarde pudo recuperar; su difícil paso por el estrecho de Gibraltar o por el concurrido Puerto de Algeciras.
“Los puertos daban respeto. Ahí toda precaución es poca. Yo y mi tabla éramos insignificantes ante la magnitud de los barcos que entran y salen constantemente. Te pones delante de ellos atento para comprobar su dirección, para tu dirigirte a la contraria. Y a cruzar dedos esperando que te hayan visto”, destacó el deportista.
De esta expedición se lleva también el cariño de las gentes de todas las zonas por las que ha parado y de todos los amantes del paddle-surf que le quisieron acompañar por mar con sus tablas en algunos tramos. Las imágenes de los pueblos y ciudades costeras de la península serán imborrables de su mente.
Durante sus extenuantes jornadas sobre su tabla de paddle-surf hinchable de la marca SPS siempre le acompañó su bolsa estanca Sea to Summit, donde llevaba una multiherramienta Leatherman, su aparato de posición vía satelital para emergencias; un cordino; un frontal acuático y dinero. Todo lo necesario para hacer frente a cualquier circunstancia que se presentase en la mar.
Ya tiene la cabeza puesta en 2018 y en nuevos desafíos, las horas de remo sobre su tabla de paddl-surf han dado para pensar mucho. “Volveré a Rovanieni para disputar Lapland Extreme Challenge, el desafío de superación humana más extremo de Finlandia. Este año no pude terminar los 900 kilómetros de recorrido a causa del congelamiento de tres de los dedos de mis pies, pero me veo con fuerzas para conseguirlo el próximo año. Además, estoy pensando en cruzar Europa en bici con mi pareja”, cuenta el deportista extremo.
Para más información consulta su web: www.antoniodelarosa.net
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