02 Ago ACEITES NATURALES PARA CURAR TU PIEL

Los aceites naturales, aquellos extraídos de flores, plantas, frutos… tienen diferentes propiedades y beneficios para distintos usos cosméticos. Sus aromas nos relajan, nos dan una sensación de bienestar. Pero, por encima de todo, los aceites naturales nos ayudan a cuidar nuestra piel después de exponerla al sol, al agua del mar, a que se mantenga en mejor estado o a curar incluso heridas y cicatrices.

Curar rápido una herida y de forma natural es un arte, sin lugar a dudas. Y los aceites naturales nos ayudan a ello. ¡Hidrata, protege y cuida tu piel con alguno de estos aceites naturales!

Aceite de lavanda

Este aceite es muy bueno por su aroma, es un buen elemento para tranquilizar y eliminar la migraña. Pero además, es un desinfectante natural y ayuda tanto a calmar la piel como a regenerarla.

Funciona como un excelente remedio para las cicatrices y contiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que ayudan a promover la cicatrización de heridas y evitar que la cicatrización ocurra el primer lugar. Promueve la formación de células de piel sanas y es eficaz contra el acné, arrugas, psoriasis y una serie de otras condiciones inflamatorias.

Debido a que este aceite es tan suave, se puede aplicar directamente a cortes y quemaduras menores, minimizando el riesgo de que dejen marcas a largo plazo.

Aceite de incienso

Este aceite colabora a favor de la regeneración de las células de la piel. También se puede aplicar sobre las marcas del acné y las estrías, de forma que terminen por desaparecer.

Viene del árbol de Boswellia, derivado de la savia blanca lechosa de su corteza. Tradicionalmente quemado como incienso, carbonizado y molido en un polvo para crear delineador de ojos para las mujeres egipcias, hoy en día es más comúnmente destilado a vapor para producir un aceite esencial con muchos beneficios.

El aceite de incienso es conocido por ayudar a la regeneración de células sanas y ayudar a mantener los tejidos y las células existentes sanas. Es muy eficaz para la salud de la piel. Además de la cicatrización, el incienso se conoce por mejorar el tono de la piel, suavizar las arrugas y equilibrar los niveles de sebo.

Aceite de sándalo

El aceite esencial de sándalo hawaiano tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias, astringentes, desinfectantes y cicatrizantes, por lo que es un aceite adecuado para tratar heridas y cicatrices.

Tradicionalmente, el aceite de sándalo ha sido parte de las tradiciones religiosas en la India y otros países del Asia. El árbol de sándalo en sí es considerado sagrado y utilizado en varias ceremonias religiosas, incluyendo las bodas o el nacimiento de un bebé.

Este aceite es beneficioso para prevenir virus comunes, tales como el herpes simple. Se puede aplicar a la piel para reducir la inflamación de una irritación leve en la piel como heridas superficiales, granos o verrugas.

Aceite de almendras

Utilizado de forma aislada, este aceite se emplea en todo tipo de pieles, sobre todo en aquellas especialmente delicadas que sufren dermatitis, pieles atópicas, psoriasis, quemaduras… ya que las alivia, las hidrata y acelera su curación.

Por su composición y propiedades, este aceite es adecuado para cuidar las cicatrices ya que su ingrediente principal, la almendra dulce, es rica en antioxidantes, vitamina E y numerosos nutrientes esenciales. La suma de todos estos elementos, lo convierte en un potente regenerador de la piel.

Aceite de romero

Parte de la familia de la menta, el romero es una de las hierbas más comunes para cocinar, pero también ofrece muchos beneficios curativos.

Considerado sagrado por los antiguos romanos, griegos y egipcios, no solo se ha encontrado que apoya la función cerebral y la curación del tejido neurológico, sino que también se ha convertido en un ingrediente popular en muchos productos de cuidado personal debido a sus propiedades antisépticas y antibacterianas.

El romero posee muchos antioxidantes, principalmente debido al compuesto químico carnosol. Además, es eficaz para combatir problemas como el acné, eczema y dermatitis.

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