13 Jun ESPAÑA: NÚMEROS ROJOS ANTES DE LO ESPERADO

El año pasado vivíamos como si tuviésemos 1,7 planetas Tierra a nuestra disposición.

Este año, las cosas todavía se han adelantado más. Hoy, vivimos como si tuviésemos 2,8 planetas Tierra. Los recursos se nos acaban, la naturaleza no puede ofrecer más si seguimos tratándola así.

¿Qué camino debemos tomar?

En deuda ecológica

España entró el pasado 28 de mayo en ‘números rojos’, en términos ecológicos. Fue entonces cuando agotó por completo, en casi cinco meses, todos los recursos naturales que son capaces de regenerar los ecosistemas en un año.

Cuando el nivel de consumo de recursos y producción de desechos de una población supera la cantidad total que es capaz de producir y asimilar de manera natural, entra en deuda ecológica. Este término se comenzó a utilizar en el año 1992 y, por desgracia, cada año se adelanta la fecha.

Así se recoge en un informe de WWF y Global Footprint Network, titulado ‘Vivir por encima de los límites de la naturaleza en Europa’. El ‘presupuesto ecológico’ marca la provisión de recursos naturales que se puede reponer durante un año en agua, suelo y aire limpio, y Españá vive ‘a crédito’ desde el 28 de mayo, porque lo ha agotado todo.

Señalan que harían falta 2,8 planetas Tierra para sostener este estilo de vida y sitúan el Día de Rebase de la Tierra de este año 83 jornadas antes que el fijado en 2018, cuando WWF estableció ese momento el 1 de agosto.

Esta fecha se conoce como el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra, y varía cada año.

“Como lo hacemos para las finanzas, necesitamos una contabilidad cuidadosa en el ámbito de los recursos. Necesitamos saber cuánta naturaleza usamos y cuánto tenemos. Tenemos opciones. La elección de agotar nuestro futuro no nos sirve”

El precio de ese déficit ecológico es devastador para la naturaleza porque conlleva incremento en la deforestación global, pérdida de biodiversidad, agotamiento de las pesquerías, escasez de agua, erosión del suelo, contaminación del aire y recrudecimiento del impacto del cambio climático. Estas amenazas generan tensiones y conflictos que exacerban la desigualdad global.

“Hasta inicios de la década de 1970, nuestro planeta era capaz de proveer lo que la humanidad demandaba. Desde entonces, nuestro tasa de consumo se ha incrementado y ahora es significativamente mayor que la tasa de renovación de la Tierra” – WWF.