04 Feb ALIVIAR LOS DOLORES MUSCULARES
Los deportistas y por ende los surfistas, tendemos a sufrir dolores musculares muy frecuentemente, por diversos factores. Generalmente surgen después de la práctica de la actividad y ocurren por un proceso de inflamación de las fibras musculares.
Este molesto síntoma puede perdurar por varias horas o incluso por varios días. El motivo de estos dolores musculares por tanto es un exceso de actividad física pero hay otros factores. Para cada causa hay un tratamiento diferente, pero vamos a contarte qué es lo ideal para recuperarnos.
¿Cómo aliviar los dolores musculares?
Aunque para cada causa hay un tratamiento diferente, lo ideal es dejar el cuerpo recuperarse, reposar y calentar y estirar bien (antes y después de la práctica).
En algunos casos, es necesaria la aplicación de anti-inflamatorios, masajes en las regiones afectadas y también el uso de compresas y/o toallas, frías o calientes, dependiendo de la situación, para ayudar a suavizar el dolor.
¿Cuándo aplicar frío?
La aplicación de una compresa fría en la zona afectada es recomendada cuando el dolor resulta, por ejemplo, de un estiramiento, de una contractura muscular, golpe o simplemente cansancio después de la intensidad del entrenamiento.
Por regla general se usa hielo (en un saco envuelto por una toalla o paño) o un paquete especial retirado del congelador a una temperatura que no exceda los 15ºc. En este caso, el frío contrae los vasos sanguíneos, ayudando a disminuir el metabolismo en la región afectada y la hinchazón.
¿Cuándo aplicar calor?
La aplicación de una compresa caliente (que puede ser también una bolsa de agua caliente) es indicada cuando la causa del dolor fue provocada por una tensión muscular o hematoma. El calor dilata los vasos sanguíneos, mejora la elasticidad de los tejidos y ayuda a relajar la musculatura.
Sin embargo, hay casos que requieren un tratamiento alternativo entre el frío y el calor (el llamado contraste térmico), cuya combinación ayuda a reducir los efectos inflamatorios.
Por norma, el dolor aparece algunas horas después del entrenamiento y alcanza su auge en 24h-48h. El tercer día disminuye considerablemente, pues las fibras musculares se regeneran naturalmente.
Si vemos que el dolor no disminuye en 72 horas, puede ser algo que no sea normal. En ese caso, te aconsejamos seguir la evolución atentamente, disminuir el ritmo en nuestras actividades y si el dolor persiste, buscar ayuda profesional.
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