10 Jul ARRECIFES DE SURF PARTE II
Un día leí el siguiente titular: “En todo el mundo, los arrecifes artificiales no producen olas de calidad” y es algo que no me extraña. ¿Cuántos artículos técnicos habéis visto sobre arrecifes artificiales?, ¿y sobre técnicas innovadoras en dicho campo? Los podríamos contar con los dedos de una mano…
Figura 1.
Alrededor de las fogatas de todas las playas del mundo (Figura 1), siempre se ha hablado de dejar caer unas piedras, colocar unas bolsas de cemento seco o incluso de aparcar la vieja furgo VW de tu colega en el mar durante la bajamar, para crear un arrecife artificial (Figura 2). La cuestión es que se necesita algo lo suficientemente grande para lograrlo. Recuerde de “Arrecifes de Surf Parte 1” que la zona inferior de la ola tiene que reducir su velocidad lo suficiente como para que la parte superior se desplome sobre ella y que como ya vimos, es mucho más que simplemente dejar caer unas rocas y esperar lo mejor.
Figura 2.
¿Qué es un arrecife de surf artificial?
Se conoce como arrecife de surf artificial a toda estructura o conjunto de ellas, construidas con materiales específicos de diversa procedencia, que se sitúan en lugares predeterminados en profundidad y bajo condiciones oceanográficas adecuadas, con la finalidad de fomentar la práctica del surf.
Un arrecife artificial no es una máquina de olas por sí sola, deben darse una serie de condiciones conjuntas para que este funcione correctamente y proporcione una rotura del oleaje de calidad, es por esto que las dimensiones, la localización y su orientación, son fundamentales.
Figura 3: Supuesto arrecife artificial de surf en Marbella.
¿Qué tipologías existen?
Sacos de geotextil rellenos de arena:
La empresa australiana ASR Limited, desarrolló esta tipología basada en la colocación de sacos rellenos de arena. El material de los sacos es geotextil: un material sintético plano formado por fibras poliméricas, similar a una tela y de gran deformabilidad. Este material es respetuoso con el medio ambiente y genera una zona de vida marina. Teóricamente, esta tipología se diseña para aumentar en un 30 % la altura del oleaje en rotura y duplicar el número de días surfeable al año en un spot.
Figura 4: Arrecife artificial de sacos de arena.
Roca:
No todas las tipologías se basan en la colocación de un elemento artificial en una localización determinada. En zonas donde existen afloramientos rocosos, el perfilado de las rocas nativas y su recolocación es una opción de las más eficaces a la hora de confeccionar un fondo que mejore las condiciones de rotura.
Reef balls:
Son módulos individuales de hormigón que están huecos y disponen de una serie de orificios que permiten que el flujo hidráulico a través de dichas estructuras mejore las condiciones de rotura, siempre y cuando el diseño sea correcto.
Figura 5: Esquema del comportamiento de los Reef Balls.
I+D+I:
El prototipo inflable “Airwave” propuesto por el australiano Troy Bottegal ha sido el más famoso. Existen otras metodologías como la de FLEXREEF, las plataformas sumergidas a modo de rampas o mi propia metodología, basada en el uso de poliuretanos en el proyecto: “Diseño de un arrecife de surf artificial en la playa de Somo-Loredo”.
Figura 6: Diseño del arrecife de surf artificial en la playa de Somo-Loredo (Jared Ortiz-Angulo Cantos).
Trayectoria de los arrecifes artificiales de surf
Los primeros indicios sobre lo que podríamos considerar como arrecifes artificiales se remontan a hace 3000 años aproximadamente, con el resto de algunas jaulas de pesca en el Mediterráneo. Posteriormente, durante el siglo XVII en Japón encontramos las primeras estructuras implantadas para fomentar la pesca y el cultivo del Kelp, intentando imitar los barcos hundidos que tantos peces albergaban.
A partir de la década de 1970 se comenzó a investigar más a fondo sobre la ciencia de los arrecifes artificiales y la primera actuación histórica (que realmente fue una renovación/remodelación de un arrecife ya existente para mejorar las condiciones de rotura del oleaje para la práctica del surf) se realizó en Bargara (Queensland, Australia) en el año 1997. En esta playa los oleajes tienen una altura media baja y esto se debe a la presencia de la Isla de Fraser y la gran barrera de coral, que bloquean una fracción significativa de los oleajes energéticos. La propia ola junto con la apetecible temperatura del agua, hace de este sitio una mina para las escuelas locales, pero el inconveniente estaba en los fondos: Eran muy irregulares y la zona inferior del borde intermareal no disponía de rocas. Desde 1982 Greg RedGard solicitó junto con los locales del spot a través de la asociación “Baragara Boardriders” la eliminación de dichas irregularidades (un aplanado) y el posterior relleno de la zona sin rocas aprovechando ese material. Después de 17 años, su gran sueño se convirtió en realidad. Se trabajó en dos sesiones de cuatro horas durante dos días, solo en estados de bajamar con una excavadora hidráulica Kobelco. La renovación de arrecife fue un éxito desde el punto de vista técnico y económico.
Figuras 7 y 8: Procedimiento y estado final, de la actuación (ambas en bajamar)
La primera gran estructura artificial se implementó en El Segundo (California) en el año 1999, que se denominó Chevron Reef y más tarde se conocería como “The Shitpipe”. Su propuesta se debe a que en 1984, la Comisión Costera de California aprobó la construcción de un muelle de 275 metros para proteger el litoral. La Fundación Surfrider luchó frente a esta medida y se acordó que la empresa colaboraría económicamente en la construcción de un arrecife artificial de surf si se demostraba que el muelle tenía afección sobre la calidad de la ola para surfear. En 1994 los investigadores demostraron que la escollera del muelle tenía un efecto negativo en la calidad del surf y en otoño del 2000 se colocaron 110 bolsas de geotextil. La estructura fue apodada como “Pratte’s Reef” en honor al co-fundador de Surfrider Thomas Pratte, que falleció en el 94 y había tenido una gran influencia en la lucha contra la aprobación del muelle Chevron. Los resultados no fueron buenos debido a que el arrecife no tenía suficiente superficie para los oleajes más grandes, que rompían fuera del mismo. Debido a esto, la Conservación de la Costa de California aportó fondos para la colocación de 90 bolsas más en la primavera de 2001, pero en el año 2008 se retiró definitivamente. Este ha sido el único arrecife construido en los EE.UU. para la práctica del surf.
El mayor éxito de los arrecifes artificiales de surf es el de Narrowneck (Queensland, Australia). Se realizó en el año 2000 y ha proporcionado buenos resultados en todas sus funciones: mejora del surf, desarrollo del ecosistema y protección de la costa. Es necesario que entre suficiente mar para que se produzca la rotura, dado que la coronación está a 3 metros bajo la superficie (funcionando por lo tanto con oleajes superiores a este tamaño).
Figuras 9 y 10: Arrecife artificial de Narrowneck.
La empresa ASR Limited ha construido algunos arrecifes artificiales basados en su metodología de sacos anteriormente mencionada:
1) En la localidad Mount Maunganui se construyó el primer arrecife de surf de Nueva Zelanda y segundo del mundo. Su construcción se inició en septiembre de 2005 y finalizó un año después, en octubre 2006. Con un oleaje local generalmente menor a 1 metro de altura, el arrecife fue diseñado en forma de “V” con una obertura de unos 40º y coronación a 0.4 metros de profundidad. Una costura de los sacos se rompió y tuvieron que ser retirados dejando un espacio de unos 60 m de largo por 6 m de ancho en el centro del brazo derecho del arrecife.
2) En el caso de Europa, el primer y único arrecife artificial fue aprobado en Boscombe (Bournemouth, Reino Unido). La construcción de este arrecife se inició en junio de 2008 y en noviembre de 2009 ya estaba operativo. Desde el punto de visto técnico ha sido un fracaso ya que no cumplía con los resultados esperados del diseño y tuvieron que cerrarlo dos veces porque el movimiento/rotura de los sacos generaba corrientes peligrosas para los surfistas.
3) Arrecife de Kovalam (Kerala, India). Este proyecto se realizó en el año 2009 y consistió en un arrecife multifunción donde los sacos ocupan una longitud de 110 metros aproximadamente. Después de la primera temporada del monzón tras su colocación, algunas de las bolsas que componían el arrecife se soltaron. El arrecife se hundió en la arena y la mayoría de las olas acaban pasando por encima del arrecife sin siquiera romper. Como elemento de protección costera dio buenos resultados a corto plazo, pero tras el incidente mencionado perdió efectividad.
Concretamente en España, los arrecifes artificiales se comenzaron a instalar a principios de los años ochenta. Cataluña cuenta con los primeros, a partir del proyecto “Escorpora”, en 1981 y “Sa Riera-Begur”, en 1982. En la actualidad, se contabilizan aproximadamente 130 repartidos a lo largo de toda la costa española, pero ninguno con un diseño específico para mejorar las condiciones de surf.
Comparación entre los más representativos
Tabla 1: Comparativa entre los principales arrecifes artificiales de surf existentes.
En este ámbito aún queda mucho camino por recorrer, necesitando de iniciativa, motivación y talento. Al final los que nos dedicamos a esto tenemos una pasión en común y más allá de cualquier interés, está la satisfacción de poder surfear la ola que has conseguido mejorar. ¡Porque si puedes soñarlo, puedes hacerlo!
¿Cómo funciona el primer arrecife de surf inflable?
Posted at 11:07h, 13 octubre[…] “Hace diez años, me senté en mi playa local. Mirando con tristeza la cantidad infinita de olas que cerraban, incapaz de motivarme para surfear, me pregunté cómo podría transformar esas olas en picos surfeables. Después de diez años de investigación, diseño y desarrollo de productos, estoy listo para instalar y probar una cúpula inflable que imita un arrecife de surf “. […]