02 Jun LA FELICIDAD COMPARTIDA

Cuando entras en un lugar público, es probable que veas a más de una persona con los ojos fijos en su teléfono o tablet sin prestar atención a las personas de su alrededor. En estos tiempos que corren, los contactos son menos cara a cara, y más a través de WhatsAap, correo electrónico o Skype. Pero hace alrededor de treinta años, la situación era muy diferente.

Para muchos, la comunicación digital se ha convertido en el modo por defecto, mientras que el tiempo de compartir en la vida real parece pasado de moda. Esta tendencia es algo bastante preocupante.

Juntos

Las relaciones sociales fuertes y desarrolladas a través de las interacciones personales aumentan las probabilidades de vivir más tiempo y el mantenimiento de estrechas relaciones con los demás afecta el aumento de la longitud o la calidad de vida de las personas que enfrentan problemas de salud. Los expertos sostienen la idea de que ser parte de una comunidad es tranquilizador biológicamente.

Ser capaces de mostrar su verdadera personalidad a los demás, en lugar de un perfil de Facebook o Instagram con imágenes cuidadosamente preparadas, es una “cosa muy poderosa.”

Personalmente, he experimentado que con la práctica habitual del yoga y la meditación, uno aprende a sentirse más tranquilo en todos los aspectos y en particular consigo mismo, lo que permite acceder a sus sentimientos y expresarse sin temor a ser juzgado.

Es un poco más difícil de crear lazos fuertes sin tales prácticas, pero es muy posible. Nunca es demasiado tarde para cambiar los hábitos. Algunas personas son capaces de redefinir sus vidas, la intensificación de los vínculos con su familia, amigos y conocidos. Esto tiene efectos beneficiosos sobre el nivel físico y emocional. Sin tener la necesidad de estar todo el día rodeado de gente. Cualquier comunidad puede tener poder curativo.

La práctica de yoga, puede ayudarte a coincidir con personas que comparten tus aspiraciones, intereses y puntos de vista sobre la vida, y a construir relaciones. El yoga es una puerta maravillosa para forjar relaciones puesto que fortalece los vínculos existentes y tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo, nuestro funcionamiento psicológico y la concentración.
¿Hay algo mejor que compartir una pasión?

Maitasunez,

Esther.