21 Mar LA VERDAD BAJO UN MAR DE REALIDAD

“El número de plásticos llega a ser seis veces mayor que el número de especies marinas”

Texto Víctor Gallego

En plena era en la que el ser humano analiza todo lo que come; en la que las grandes multinacionales se recrean en sus propios eco-productos; o donde cada vez afloran, como champiñones en una granja, los productos ecológicos, se escapan de estos grandes titulares que llenan los medios, cifras tan alarmantes como las que conciernen a algo tan cotidiano y que envuelve muchos de estos productos que eco-respetuosamente consumimos a diario, los plásticos.

Cifras que nos avergüenzan y que ponen en evidencia a los primates más evolucionados, a la forma de vida más inteligente sobre este planeta, a nosotros, los que nos creemos los más listos de la clase. La realidad es que, por lo menos yo, nunca he visto a un chimpancé tirar una botella de agua al mar, ni nunca vi a los delfines usar guantes para pescar y luego tirarlos a su medio marino. En definitiva, nos estamos encargando de destrozar este planeta a pasos tremendamente agigantados.

Alejandro Dumas dijo: “¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación”.

¿En qué momento de la cadena nos corrompemos de manera tan irreversible? Cómo es posible que si, en esta sociedad moderna, se educa a los más pequeños de manera que sean respetuosos con el medio ambiente, las cifras que nos llegan sean tan espeluznantes, ¿nace o se hace al ser humano malo?

1 MILLÓN DE ANIMALES MUERTOS AL AÑO

Más de dos, de tres y de cuatro estudios realizados por organizaciones en defensa de los animales demuestran que, por culpa de la ingesta de los plásticos que el ser humano arroja al agua cada año, mueren en el mismo periodo alrededor de 1 millón de especies marinas como aves, tortugas, peces, mamíferos…

4 VECES LA VUELTA AL MUNDO

A Willy Fog le costó casi lo mismo que al plástico dar la vuelta al mundo, en 80 días él la dio una vez, en 365 el plástico le da 4. Así es, con todo el plástico que el ser humano arroja al agua cada año, se podrían hacer cuatro círculos alrededor de la tierra.

PLÁSTICO, UN PAÍS MÁS

Este dato es uno de los más conocidos, tal vez sea porque es un país del tamaño de Francia o de un estado como Texas. Muchos de los gobernantes tendrán pánico a que algún día les declare la guerra un bote de champú o la bolsa de algún supermercado. País en el que la soberanía recaería en un miembro tan electo como Don Neumático Michelin o sobre Sir Compresa con Alas.

PLÁSTICO, UNA ESPECIE MÁS

En algunas de las zonas de nuestros océanos, el número de plásticos llega a ser seis veces mayor que el número de especies marinas originarias de esas determinadas áreas o regiones. Una cantidad tan aplastante que llega a relegar a minoritarias a las especies que allí habitan.

Estas cifras hacen referencia a la cantidad de plástico que los países del planeta arrojan indiscriminadamente al mar cada año. Ya no sólo se hace de manera irresponsable, sino que también de manera impune. Diferentes organizaciones nos dicen que esta impunidad se ve reflejada en que tan sólo el 3 por ciento del océano cuenta con algún tipo de protección o de ley que lo ampare ante tal vilipendio continuado por parte de la “súper especie”.

Una súper especie que alberga en sus vitrinas registros tan impactantes como: ser capaces de arrojar al mar cada minuto lo equivalente a un camión de la basura o haber conseguido explotar ya el 70 por ciento de los peces del planeta, única fuente diaria de proteína de la que dependen cerca de 1 BILLÓN de personas.

Personas como tú incluyen en su dieta el pescado como fuente saludable de alimentación, inconscientes de que cada año una persona que coma pescado, además de este manjar de los océanos, está consumiendo cerca de 11.000 moléculas de plástico con ellos.

Un ritmo frenético al que nos está empujando la globalización y la modernización. Ritmo al que, si no le bajamos un poco las pulsaciones, llegará un momento en el que nos haya devorado. Las cifras que acabamos de conocer serán un residuo del pasado y nos enfrentaremos a nuevas plusmarcas mundiales. Ese camión por minuto que arrojamos al agua se convertirá en 4, en el 2025 ya no nos quedarán arrecifes de coral vivos y en 2048 habremos colapsado el mercado de la pesca a nivel mundial.

Unas cifras que hablan por sí solas, que no tienen la suficiente repercusión en los medios y que, además, los gobiernos no tienen intención de detener. Una situación esperpéntica que contrasta con la noticia de la que se hacían eco diferentes medios nacionales hace pocos días. El descubrimiento de la NASA de 7 planetas como la tierra, pero en una lejana galaxia y que esperemos, por su bien, así siga siendo el adjetivo para referirse a ella, lejana. Si por nosotros fuese se lo cambiaríamos por: contaminada, conquistada, colonizada y finalmente desmantelada. Viendo como estamos dejando este planeta, para que preocuparnos de encontrar otros. Tal vez los poderosos estén buscando uno nuevo para poder así seguir haciendo lo mismo que en éste, ¡dejar nuestra huella para la eternidad!