05 Mar CUANDO EL SURFISTA ESTÁ ABURRIDO… ¡HACE SLACKLINE!

“Una manera de dar rienda suelta a la imaginación, bien sea surfeando una ola o dibujándola en el aire con una pirueta vertiginosa”

Víctor Gallego// Foto Sonia Croix

Dicen que cuando más se agudiza el ingenio es cuando la necesidad aflora. Este es el caso de dos jóvenes surfistas que, a falta de olas, han encontrado en el ingenio y el equilibrio un sucedáneo para los días en los que no pueden sacar sus tablas de surf a pasear.

Daniel Miguez y David Cabaleiro son dos amigos que viven de manera muy intensa los deportes en los que el riesgo, es más un añadido que un atractivo. Uno es bodyboarder y el otro es surfista, pero ambos comparten, además de su afición por las olas, la afición por dar piruetas y saltos imposibles sobre la “cuerda floja” o slackline.

Y es que estos dos gallegos han encontrado en este nuevo deporte, que inventaron dos escaladores en un parking, una manera de pasar las tardes en las que no hay olas o sí. Ellos, además de con las tablas, bajan a la playa con su cuerda de “slack” y, en cualquiera de los casos, siempre encuentran una manera de dar rienda suelta a su imaginación, bien sea surfeando una ola o dibujándola en el aire con una de sus piruetas vertiginosas.

Encontramos un hueco entre el cuerding, el surfing y el skating para que nos expliquen en que consiste esta modalidad para funambulistas modernos.

La primera pregunta parece obvia, aunque habrá mucha gente que ya conozca esta disciplina, no es un deporte muy común, y como David y Dani explican, “es un deporte que tan solo tiene 10 años”. Así que lo primero es descubrir…

 ¿Qué es el slackline?

LOS ORÍGENES

Ambos coinciden en que es producto del ingenio de dos escaladores que, para mejorar su técnica, caminaban sobre cualquier superficie para ganar equilibrio. Aprovechaban así los aparcamientos, antes de subir a la montaña, para poner a prueba su pericia desafiando las cadenas que suelen delimitar estos lugares.

Es una modalidad que ya cuenta con unos cuantos seguidores en España, pero los países más avanzados y en los que hay mayor afición son curiosamente los Latinoamericanos y Japón. David, con una gran sonrisa, nos cuenta su particular teoría del porqué de este motivo: “esta es una modalidad en la que se necesitan dos puntos de agarre fuertes, que suelen ser árboles. Brasil, al contar con palmeras en la playa, es uno de los países en los que más gente lo práctica”. La otra teoría nos la da Dani, quien apunta que “en Japón, hay una técnica milenaria en la que caminan sobre una especie de cuerdas y se parece mucho a algunas de las cosas que hacemos nosotros”.

Unos orígenes particulares para un deporte diferente.

MODALIDADES Y TÉCNICA

Dani nos cuenta qué se requiere exactamente para hacer “Slack”, como le llaman ellos cariñosamente: “es un deporte en el que tan solo necesitas de una cuerda (específica, no vale cualquiera) y dos puntos de apoyo. Por lo general son árboles, pero también pueden ser las columnas, barandillas o lo que la imaginación y la gravedad te permitan”.

Una vez conocemos cuáles son las herramientas para desarrollar el deporte, David nos explica en qué consiste: “una vez tienes la cuerda suspendida sobre el suelo o el agua, comienza la diversión y, dependiendo de la modalidad que practiques, harás una cosa u otra.

Por ejemplo, nosotros hacemos tricking, que consiste en hacer mortales, 360 y piruetas sobre la cuerda, pero hay gente que la usa como una cama elástica y los hay que solo caminan sobre ella como si fueran equilibristas”.

Foto Sonia Croix

Diferentes maneras de entender este joven deporte que, al ver como lo practican, entiendes  que es una completa provocación a la gravedad. Saltos y trucos imposibles de entender, si no es por la pericia de los artífices de tales engaños a la fuerza de Newton.

Estos dos jóvenes mecos confiesan que la afición se la introdujo otro amigo que había hecho circo  y que, mientras esperaban a que cambiase la marea o a que entrase mar, aprovechaban los pinos de las playas gallegas para matar el tiempo intentando llegar de árbol a árbol. Pero una cosa llevó a la otra y, cuando uno era capaz de hacer un truco, el otro lo intentaba hasta que le salía o lo superaba. “Incluso hubo días que ni nos acordábamos de entrar al agua”, apuntan ambos entre risas.

SLACKLINE Y SURF, UNA ESTRECHA RELACIÓN

Otra de las preguntas que más interés me genera es conocer cuál es la relación que mantiene el slackline con los deportes de deslizamiento, y cómo esta disciplina les ayuda a ellos tanto en el surf como en el bodyboard.

El primero en lanzarse al ruedo es David que dice: “a mí sobre todo me sirve para el equilibrio y la concentración. Cuando estás en la cuerda, tienes que estar muy concentrado en no perder el equilibrio, igual que en la tabla cuando estas a punto de hacer un giro. Tienes que estar concentrado en cómo tienes los hombros, el punto de gravedad… Tiene mucho más que ver de lo que la gente a priori se puede imaginar”.

Dani completa la explicación afirmando que: “el equilibrio es fundamental pero, por ejemplo, a mí me ayuda porque hay maniobras que hago en el corcho que son prácticamente iguales a hacerlas en la cuerda. Cuando hago un rollo o un 360 son prácticamente los mismos movimientos en ambos. Es casi como que saber hacerlo en un deporte me ayuda para hacerlo en el otro y viceversa. Si mejoro en la cuerda, me sale mejor en el agua y al revés”.

Foto Sonia Croix

El slackline es un nuevo deporte que como los propios protagonistas afirman: “ojalá se vea más por las playas, parques… Nuestro sueño es poder organizar algún día un campeonato de slack aquí en Galicia. Cuando estás con más gente practicándolo aprendes mucho más y los piques con el resto de compañeros hacen que mejores el doble”.

E aquí otra manera de pasar los tiempos muertos en la playa. Porque, cuando no hay olas en la playa, el ingenio se agudiza y el surfista se aburre… ¡¡hace slackline!!