Ideal para quienes busquen espacios solitarios y tranquilos, la playa salvaje de Meñakoz  pertenece a Barrika, aunque se encuentra algo alejada del centro urbano, cerca de la carretera que se dirige hacia Sopelana.

En sus 400 metros de longitud, esta playa nudista cuenta con poca arena y abundante piedra. Está abierta al mar, por lo que es muy frecuentada por los amantes del surf, que acuden a esta playa con su tabla a coger olas.

Acoge una ola grande de fama mundial, sólo para expertos. Se trata de una derecha que aguanta gran tamaño, 5-6 metros surfeables, con mucha fuerza y secciones tuberas. Rompe enfrente de un acantilado y las rocas acentúan su peligrosidad.

Además, este tramo de la costa vizcaína nos brinda la posibilidad de realizar agradables paseos por sus espectaculares acantilados, cubiertos de un manto verde, que llaman la atención por su belleza.