18 Dic THE WATER VAN PROJECT: LA CARA MÁS SOLIDARIA DEL SURF
THE WATER VAN PROJECT. CUATRO AMIGOS, UNA FURGO Y LA MISIÓN
LLEVAR AGUA POTABLE A LOS MÁS NECESITADOS.
The Water Van Project es la iniciativa de cuatro amigos de toda la vida de Zaragoza –Eduardo Salvo, Jorge Horno (“Coke”), Diego Félez, y Chechu Pajares– que, durante nueve meses, dejaron sus vidas acomodadas y trabajos rutinarios para recorrer en furgoneta Latinoamérica y llevar agua potable a los más necesitados, a través de la provisión de filtros de purificación. En Surfer Rule, hemos conversado con uno de sus cuatro integrantes tras su regreso a España, Chechu, con quien hemos repasado esta apasionante experiencia.
Texto de Raquel Maluenda. Imágenes de Chechu Pajares.
El origen de la gota del cambio
Cansados de sus trabajos y con una experiencia solidaria a sus espaldas –Chechu había aprendido la increíble sensación de poder ayudar a los demás en la India–, cuatro amigos de siempre decidieron que querían dejar sus trabajos, viajar juntos y tratar de “aportar un pequeño cambio al mundo”. Para combinar todo la anterior y, ante sus dudas de en qué materia ayudar, los jóvenes comenzaron a indagar en Internet, hasta que dieron con la Crisis Mundial del Agua:
“No sabíamos en qué ámbito podríamos generar un impacto y nos pusimos a investigar en Google. Al final, entre medio ambiente, reciclaje y mil historias encontramos el problema del agua y nos dimos cuenta de que éramos totalmente desconocedores del gravísimo problema que ya supone a día de hoy para todo el mundo, pero, especialmente, por esas tierras. Fue así como tomamos un poquito de conciencia y decidimos actuar sobre el mismo”, relata Chechu.
La elección del continente latinoamericano vino determinada, además de por ser uno de los lugares de la Tierra que más sufre este problema, por el interés de estos jóvenes en descubrir su cultura y por el conocimiento del idioma, que fue lo que terminó de convencerles: “Sabíamos que no iba a ser fácil realizar seminarios en comunidades que no fuesen hispanohablantes. Así que, sin duda, el hecho de que en Latinoamérica casi todo el mundo hable nuestro idioma fue relevante para decidir cuál sería nuestra ruta”, explica Chechu.
Los filtros de la ilusión
Tras una laboriosa investigación, los cuatro amigos encontraron una forma “efectiva” e “inmediata” para impactar en la Crisis Mundial del Agua: los filtros de purificación. Y para satisfacer todas las necesidades existentes, decidieron que debían emplear dos tipos de filtros: los familiares y los comunitarios –destinados a escuelas y hospitales–, que proporcionan agua potable a quince personas durante más de doce años y a trescientas personas durante cinco años, respectivamente.
Su sencillo manejo y mantenimiento convirtió a los filtros en el mejor arma para combatir la escasez de agua potable: “El filtro actúa como un colador, es un proceso de nanofiltración: el agua pasa de un lado a otro y las micromembranas que tiene el filtro enredadas retienen los virus, bacterias y protozoos que contiene ese agua. Para limpiarlo, al igual que haríamos con un colador, hay que darle la vuelta al filtro, desmontarlo y darle agua a la inversa, para que todas esas partículas que se han quedado retenidas sean expulsadas”.
La financiación de un sueño
Una vez localizados el problema, el destino y la solución, los cuatro amigos se dispusieron a ahorrar para costearse los gastos de ejecución del proyecto (gasolina, furgoneta, comida…). Pero, aunque consiguieron el dinero necesario para estos gastos, los cuatro amigos no podían permitirse la compra de los filtros. Así que lanzaron una campaña de crowdfounding que iría dirigida, al 100%, a la adquisición exclusiva de los mismos.
La campaña de microdonaciones fue un completo éxito y, en lugar de los 25 000€ que tenían como objetivo, recaudaron 43 000€, por lo que ampliaron el proyecto de cinco a siete países. Además, tras una buena campaña en los medios de comunicación, lograron el apoyo de sponsors que les ayudarían a cubrir los demás gastos: “Empezamos a moverlo en los medios y vimos la posibilidad de conseguir sponsors que, a cambio de imagen social corporativa, nos pudiesen ayudar con los gastos de ejecución. Conseguimos una serie de ellos, el principal es la Obra Social La Caixa, y, finalmente, cubrimos el 75% de éstos”.
La satisfacción de ayudar a los demás
Tras nueve meses, once países, 900 filtros donados a 32 comunidades y 20 escuelas y, alrededor, de 20 000km a bordo de su “Perla Blanca”, estos cuatro zaragozanos regresaron a nuestro país con un sueño cumplido y una “satisfacción indescriptible” tras haber conseguido que más de 15 000 personas tengan acceso a agua limpia durante los próximos diez años. Además, el proyecto funcionó mejor de lo que imaginaban, como nos detalla Chechu:
“Al principio teníamos dudas de si las comunidades iban a usar los filtros, de si la ayuda iba a ser realmente efectiva, de si las ONG iban a actuar como esperábamos –no solo durante el proyecto, sino a nuestra marcha–. Todo eso nos ha sorprendido gratamente. La ayuda ha sido increíblemente efectiva y, a día de hoy, lo sigue siendo. Además, nunca imaginamos lo mucho que nos iba a concienciar este viaje. ¡Ha sido alucinante convivir con las comunidades y ver, con nuestros propios ojos, cómo un simple filtro puede cambiarle la vida a una familia!”.
A pesar de algunas dificultades, como el entendimiento con comunidades indígenas que no hablaban castellano, la relación con las comunidades ha sido una de las mejores experiencias del viaje: “Las comunidades te abren inmediatamente las puertas de su casa y de su corazón, sin pedir nada a cambio. Porque aunque tú les vas a llevar una pequeña ayudita, ellos no tienen por qué acogerte así y lo hacen porque les sale. Es alucinante cómo te enseñan a apreciar todo lo que tenemos. Te das cuenta de que hay gente que no tiene nada o casi nada y es increíblemente más feliz que muchas personas que viven en Occidente. Esa gente, sin querer, te enseña a vivir, te enseña a amar…”.
The Water Van Project no sólo ha cambiado la vida de las comunidades que han recibido los filtros, también la de estos cuatro amigos: “El hecho de donarles unos filtros a ellos les aporta algo, pero a nosotros mucho más. Cuando descubres esa sensación de ayudar a los demás, te enganchas, porque no sólo mejoras su vida, sino que, de rebote, también estás mejorando tu propia persona”.
Un proyecto con miras al futuro
Una de las cuestiones que más preocupaba a estos cuatro jóvenes era la sostenibilidad del proyecto, como nos confiesa Chechu: “Si vas a un lugar, das una ayuda y esa ayuda en dos meses ya no existe, estás perdiendo el tiempo”. Por ello, durante el viaje trabajaron mano a mano con ONG locales: “Sin ellas no existiría el proyecto. Las ONG locales nos introducían a las comunidades y nos marcaban las necesidades de cada una de ellas”. Y, con ellas, precisamente, realizan el seguimiento que garantiza la prosperidad de la ayuda: “Cuando nos marchamos de cada proyecto las organizaciones se comprometen a supervisar esa sostenibilidad, a hacer controles periódicos de cada familia y comprobar que está todo bien. Cada dos o tres meses nos envían unos informes de cómo están el filtro y la familia y, si hay algún problema lo resolvemos conjuntamente con nuestros socios locales”.
Pero la garantía de esta sostenibilidad comienza mucho antes, durante la instalación de los filtros: “El filtro puede llegar a durar diez años, pero, si no lo cuidas, en un par de meses se te puede estropear. Por eso, son muy importantes los seminarios que hacemos en cada proyecto: de concienciación sobre el uso responsable del agua, la limpieza y el mantenimiento del filtro… Insistimos muchísimo en que cada día lo limpien y, hasta que no estamos seguros de que lo van a hacer y de que les ha quedado claro, no abandonamos la comunidad”, destaca Chechu.
Asimismo, aunque los integrantes de The Water Van Project vuelvan ahora a sus respectivos caminos –pues toca “volver a ahorrar y ganarnos la vida”, ya que como nos confiesa Chechu “el proyecto no va a lucrarse jamás”, como quedará reflejado en los estatutos de la asociación, el proyecto continúa.
La concienciación, pilar del cambio
La otra pata fundamental de The Water Van Project es la concienciación. Convencidos de su necesidad para lograr el cambio, recientemente, dieron en Barcelona una charla TED, en la que trataron de acercar y hacer sentir el gravísimo problema del agua: “Cuando lo sientes te pones manos a la obra”, explica Chechu y añade: “Si no nos creemos algo de verdad, no actuamos. Es por eso que debemos concienciarnos y, una vez lo hagamos, ¡tenemos que actuar! Concienciarse y no actuar no cambia las cosas”.
Por ello, han documentado todo el viaje con vídeos y fotografías: “Es la manera más efectiva de poder llegar al corazón y a la conciencia de la gente sin haber estado allí”. Aunque su recomendación para concienciarse realmente pasa por vivir una experiencia parecida a la suya: “Recomiendo vivir una experiencia personal en relación con el agua. Ir a un lugar donde haya escasez, vivir aunque sea una semana con las familias y darte cuenta de cómo viven, de que no tienen agua. Imagínate vivir sin agua un solo día de tu vida”.
La cara solidaria del surf
Pero, además de llevar agua potable a 15 000 personas, estos jóvenes, surfistas de afición, aprovecharon los tiempos entre proyecto y proyecto para disfrutar de las olas que ofrece el continente. Sus spots favoritos del viaje han sido Pavones (Costa Rica), Lobitos (Perú) y San Miguel (Baja California). En cuanto a la reciente proliferación de surftrips solidarios, Chechu recomienda enormemente la experiencia: “Combinar tu pasión con ayudar es mágico. Un viaje está muy bien y la ayuda también, pero cuando combinas los dos, mejoras ambos […]. Si todo el mundo viajase, surfease e hiciera algo por las comunidades donde surfea, se cambiarían las cosas. Y más en la comunidad del surf, donde todos tenemos algo en común en la manera de ver y disfrutar la vida”.
Antes de despedirse y, tras repasar el apasionante proyecto de The Water Van Project, Chechu hace una última recomendación a todo aquel que tenga una idea: “Por muy loca y difícil que te parezca, juntándote con la gente adecuada y con esfuerzo y perseverancia se puede conseguir todo. Si tú crees que es posible, al final lo harás posible”.
Conoce más sobre The Water Van Project a través de sus redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y Youtube.
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