09 Oct AITOR FRANCESENA “GALLO”: UN 10 EN LA VIDA

“He vivido mucho y he visto mucho, soy feliz porque me queda poco por hacer, y lo que me queda puedo hacerlo estando ciego”

 

 

Una persona incasable, imparable e insuperable. La figura de Aitor Francesena “Gallo” ha roto todos los clichés, este hombre ha sido uno de los pioneros del surf en nuestro país. Ha abierto la primera escuela de surf, ha sido el primer entrenador de surf, hasta ha hecho tablas de surf a escondidas, como él mismo reconoce, su vida siempre ha sido “surf, surf y surf”.

Después de una manga increíble y un 10 en una de sus olas, Aitor Francesena “Gallo” se ha convertido en el primer campeón de España de surf adaptado. Y entre los flashes y los focos, por lo mediático de este surfista, encontró un hueco para la última de las entrevistas que nos concedieron durante el CESURF2016 los tres superhéroes de carne y hueso que hemos ido conociendo en esta serie de entrevistas.

 

Foto por ©Eugenio Prados

Si anteriormente conocíamos a Álvaro Bayona “Alvin” y Pablo Tovar, en esta ocasión nuestro protagonista no es ni más ni menos que uno de los surfistas más importantes del panorama nacional, lo fue cuando veía y lo sigue siendo ahora que no ve. Una persona con una energía inagotable, que desde que se levanta hasta que se acuesta solo hay una palabra en su cabeza, surf, y si no tiene ese punto de salitre, confiesa “es como si me faltase algo, no estoy completo”.

 

Aitor Francesena “Gallo” con Aritz Aranburu. Foto ©RedBull

Uno de los mentores de Ariz Aranburu que nos regaló una entrevista única en la que la vitalidad y la ilusión que transmitía dejaba patente que “Gallo” ha hecho de todo en su vida, y lo que le queda por hacer “lo puede hacer estando ciego”.

 

Tú no naciste ciego, ¿Qué te ocurrió?

 

Yo nací con glaucoma congénito, desde muy pequeñito siempre estaba con operaciones para intentar librar los dos ojos, o llegar a ver lo máximo posible durante toda mi vida de ambos. En el medio de tantas operaciones tuve la mala suerte de que salió mal una y perdí el ojo derecho, con 13 años. Desde aquella me quedé solo con el ojo izquierdo durante mucho tiempo, intentando librarlo a base de más operaciones. Hasta que hace 3 años me caí en una ola de arriba abajo, iba con el ojo abierto, recibí un golpe fuerte y perdí la visión de ese ojo también.

 

Una enfermedad diagnosticada desde muy pequeñito, ¿Cómo te condicionó?

He estado toda la vida escapando de quedarme ciego. No he tenido una vida fácil, he tenido una vida de lucha, lucha y lucha para no llegar a quedarme ciego. Antes cuando me cruzaba con un ciego, cambiaba de acera, miraba para otro lado y me decía, eso no va conmigo, eso no va conmigo. Sabía que algún día podría llegar a pasarme. He estado toda mi vida viviendo al máximo, yendo siempre muy rápido para ver todo lo que pudiese; sitios, lugares, gente, olas… toda mi vida corriendo para poder ver todo lo que pudiese antes de quedarme ciego.

 

Foto por ©wearenotmad.com

Un golpe y la pantalla a negro, ¿Qué sentiste cuando ocurrió?

Siempre he tenido esto en la cabeza, ¿Qué será cuando me quede ciego? Entonces el día que me di ese golpe tan fuerte, pasa lo que he estado esperando toda mi vida, que me puedo quedar ciego, entonces, en cuanto recibo el golpe y me caigo en la ola dije: ¡ya está, ya está! Ya llegó el momento del que he escapado toda mi vida y me salió un suspiro, un BUUUFF, ya está, ya llegó el momento que toda la vida he estado esperando que nunca llegase.

Y según suspiré dije, ahora ¿más abajo ya no puedo ir, no? Así que desde ese momento solo hice ir hacia adelante, pase lo que pase, para adelante.

 

Foto ©Wipeoutsurfmag.com

Y aún es el día de hoy que la gente me pregunta: ¿por qué eres feliz? Y siempre contesto lo mismo, tengo 45 años y he visto mucho, he tenido tiempo de disfrutar de aquello que quería. He vivido mucho y he visto mucho, soy feliz porque me queda poco por hacer, y lo que queda puedo hacerlo estando ciego… jajaja.

 

Es imposible no contagiarse de tu energía, ¿una persona tan vital como tú, de dónde la saca?

 

Viví toda mi vida con la idea de quedarme ciego, y tuve que pelear y luchar mucho. Toda esa lucha, esa fuerza la sacas del día a día. Para mí la vida ha sido dura y difícil, cada día, por ejemplo, el no tener que chocarte con las cosas, es un reto y cada reto que superas, cada objetivo que alcanzas es lo que te da la fuerza. No hace falta que sean grandes batallas, todas cuentan, y es de ahí de donde saco la energía, cada reto y cada objetivo superado es un plus de energía.

 

Foto ©Eugenio Prados

Desde fuera, tu trayectoria en el mundo del surf es inmejorable y envidiable, pero ¿Qué significa el surf en tu vida?

 

El surf lo es todo, he amado el surf desde muy jovencito, deseé hacer surf desde muy pequeño. En mi pueblo los que hacían surf eran los chavales de familias con mucho dinero. Nosotros que éramos de familias humildes teníamos que empezar por el skate, así que el surf siempre fue un deporte que desde pequeños teníamos prohibidísimo. Mi caso además era especial, con un solo ojo… jajaja, para mí era más que prohibido, así que entré en el surf de la manera que más te engancha, siendo un deporte prohibido.

 

Y, ¿Cómo lo conseguiste?

Es un deporte que me costó mucho practicarlo y a día de hoy lo es todo en mi vida y en la vida de mi familia, es la re-leche… jajaja.

Pasé de tenerlo prohibidísimo y tener que hacer surf a escondidas, de hacer mis primeras tablas a escondidas, a tener mi propio taller en la casa de mi madre, que ella me llevase las tablas en su coche, incluso a que toda mi familia comiese en relación a las mareas. Recuerdo que mi madre me decía: ¡eh! Aitor, ¿a qué hora vas a venir a comer? La marea está alta, así que a las 4, vendré a comer a las 4… y toda mi familia comer a esa hora… jajaja. Para que veas lo importante que ha sido el surf en mi vida.

 

Foto ©SurferRule

Para acabar, ¿Cómo definirías el SURF?

Es toda mi vida. Es lo que me mantiene vivo, es el que me mantiene feliz… si te tengo que decir la verdad para mí el surf lo es todo, un modo de vida, es adrenalina, es alegría, es felicidad. Monté la primera escuela de surf, fui el primer entrenador de surf, mi hija hace surf, a mi ex mujer la conocí haciendo surf, todos mis amigos hacen surf, es SURF, SURF, SURF…

 

Aitor Francesena “Gallo” y su hija. Foto ©Wipeoutsurfmag.com

Ha sido un regalo poder realizar esta serie de entrevistas, escribirlas y descubrir a tres héroes cercanos, vitales, pero sobre todo, humanos. Gracias!!!

Texto Víctor Gallego / Vídeo Siroko