03 Mar LA EDAD DEL PLÁSTICO
En este mismo instante mira a tu alrededor y pregúntate: ¿qué objetos que te rodean están hechos de plástico? De seguro te sorprenderás con la respuesta. Este material fue inventado hace más de cien años y al principio representó una solución al uso de animales como materia prima, sin embargo, hoy día esta invención es una amenaza para la a naturaleza.
En esta entrada hacemos un recorrido por la historia del plástico y su huella en el Planeta hasta el día de hoy.
Historia del plástico
El plástico como material lleva más de cien años entre nosotros y al parecer dentro de otros cien estará aún más entre nosotros, incluso se dice que nos invadiran por completo.
Los humanos siempre hemos ingeniado formas de suplir necesidades que, lamentablemente, la naturaleza no puede. Puede decirse que los polímeros sintéticos surgieron bajo las más nobles intenciones.
Para entender los compuestos de los polímeros sintéticos debemos volver al año 1869, cuando John Wesley Hyatt inventó el primero. El inventor escuchó el llamado de una firma neoyorquina para crear un material capaz de reemplazar el marfil con el cual se hacían las bolas de billar.
El premio para quien consiguiera tan hazaña era de 10,000 dólares. Con esa gran motivación, Hyatt experimentó con la celulosa derivada de la fibra de algodón y con el alcanfor. ¿El resultado? Un material que podía moldearse de distintas formas.
Este nuevo material no solo fue ingenioso, sino que incluso fue un salvavidas para aquellas especies que eran utilizadas como materia prima para la fabricación de productos como las bolas de billar.
Quién diría que décadas después, el invento estaría afectando seriamente la vida humana y la de la naturaleza.
Un camino sin retorno
Con las resinas celulosicas se abrieron muchas puertas para dejar de utilizar elementos de la naturaleza, el descubrimiento del celofán fue uno de ellos. El científico suizo, Jacques Brandenbergen, roció celulosa sobre manteles para intentar sustituir la seda natural; sin embargo, esta no se adhería y él no se detuvo allí, por lo que terminó en la fabricación del papel que hasta hoy día funciona como envoltorio de flores y otro tipo de productos.
La fascinación por crear un producto capaz de transformar y que además protegiera la vida de especies, llevó a la fabricación del primer polímero sintético, desplazando a los productos celulósicos.
En 1907, el químico aficionado belga, Leo Baekeland, creó la baquelita, la primera sustancia plástica totalmente sintética. A diferencia de los otros experimentos, esta nueva sustancia permite adoptar diversas formas en el proceso de fabricación, y además era capaz de mantener sus propiedades a pesar del cambio de las condiciones exteriores.
Años después, y con base en una teoría de las macromoléculas, Walle Carothers creó un método para producir polímeros nuevos, consiguiendo fabricar poliamidas y el neopreno.
Con el tiempo se les dieron más usos, incluso esenciales durante las II Guerra mundial y después de esta, en la gran depresión, el plástico se estableció por completo en distintas industrias.
Las ventajas del plástico a un costo muy alto
Si miras la historia, efectivamente el plástico tiene muchas ventajas: Es un producto económico, se adapta a cualquier uso; es higiénico e impermeable, puede ser resistente y flexible. Tienes tantas formas de ser utilizado, en algunos casos duradero y en otros fugaz, como el de la botella plástica de agua.
El concepto de reciclaje surgió con el auge del plástico, pues productos con una vida útil de poco tiempo (días, incluso segundos). A pesar de ser versátiles y ligeros, empezaron a convertirse en un problema pues nadie sabe con certeza hasta cuándo van a existir.
A pesar de su carácter eterno (los polímeros tardan entre 500 y 1000 años en biodegradarse), el uso del plástico es el más extendido en la fabricación de objetos de usar y tirar, en productos diseñados para convertirse en basura.
Se estima que en EEUU, con un 5% de la población mundial, sólo por el consumo de refrescos, se desechan, cada 5 minutos, 2 millones de botellas de plástico, el equivalente a 8 campos de futbol. Con estas cifras no es de extrañar que no queden en el mundo playas libres de plástico.Además los químicos con los que se crea son un gran problema. Según cifras, la fabricación de plástico es tan masiva que consume cerca del 8% de la producción del petróleo.
Con los años inventores y emprendedores de todo el mundo han conseguido convertir distintos materiales en sustitutos del plástico. El resultado ha demostrado que la creatividad no tiene límites y que las soluciones en favor de la sostenibilidad están en la naturaleza. Sin embargo, el plástico sigue estando por encima porque el precio de fabricación es muy reducido.
Según un estudio llevado a cabo en el 2010, gran parte del plástico que empleamos está grabándose en el registro fósil del planeta. La investigación consistió en analizar los sedimentos del fondo del mar en las costas californianas, estos tienen una edad de 200 años. De acuerdo con la BBC Mundo, cuando analizaron los compuestos pudieron establecer que a partir de 1940 la cifra de plásticos microscópicos se duplica cada 15 años.
El plástico de los océanos
Se estima que hay alrededor de 250.000 toneladas de plásticos sólo en la superficie del océano. Estudios más recientes datan esta cifra en 50 billones de plásticos flotando en los mares (50 mil millones).
Para hacernos una idea, en 1950 se producían 1,5 millones de toneladas. En 2012 fueron 200 millones, y en 2014, se llegó a los 300 millones de toneladas en todo el mundo.
A pesar de la magnitud de estas cifras, los científicos sólo han sido capaces de localizar un 1% de los desechos plásticos que llegan al mar.
El plástico que flota por el océano se recubre de capas de algas y otros organismos que emiten un olor que resulta atractivo para muchas especies marinas. «Cuando las algas son comidas por un tipo de crustáceo llamado kril, liberan dimetil sulfato»- afirma Mathew Savoca, científico. Este compuesto da un olor con el cual las aves se guían para encontrar fuentes de kril. Este olor las confunde y así terminan por ingerir esos plásticos.
En el caso de las tortugas, dependen del sentido de la vista para distinguir su alimento. Estas criaturas confunden las bolsas de plástico con las medusas de las que se alimentan.Y es que, según un estudio de Scientific Reports, ingerir un solo fragmento de plástico puede ser mortal para las tortugas marinas.
¿Qué podemos hacer?
Inicialmente debemos ser críticos con nuestros gobiernos y políticas comerciales, pues son ellos los que regulan a las grandes industrias, especialmente aquellas que producen plástico.
Afortunadamente la conciencia de los líderes políticos se está tornando a un camino más sostenible, por lo que la protección de los océano hace parte de la agenda principal.
Para conseguir que los plásticos dejen de llegar al mar, debemos empezar rechazando todo tipo de productos envasados en continentes de un solo uso. Sin duda un varapalo enorme para los envasadores o, lo que es lo mismo, los culpables de este sistema. Replantear nuestras conductas de consumos y cambiarlas verdaderamente serán el cambio.
Foto de portada: Blandine JOANNIC
Fuentes: EsPlásticos, BBC, National Geographic, TED, Wikipedia
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