08 Feb BRYAN PÉREZ, EN EL SENO DE UNA FAMILIA HUMILDE
Hace poco os hablábamos de El Salvador, un paraíso para muchos surfistas con un encanto especial. Y es que, contábamos con varios testimonios para ilustrar de primera mano este lugar. Entre ellos, hablamos con Bryan Pérez, el surfista salvadoreño que se ha abierto un hueco en el mundo del surf profesional.
De familia humilde y con un camino lleno de obstáculos, Bryan ha sabido seguir adelante con la cabeza bien alta y un objetivo en mente: el surf.
Recientemente Bryan Pérez ha dado mucho que hablar. Y es que en los Juegos de Lima 2019, se ha hecho con la medalla de bronce. Además, en el mundial de la ISA de Japón quedó en el top 25.
¡Conócele!
Los comienzos: surfeando sobre una tabla partida
Bryan, el tercero de 8 hermanos, es originario de Punta Roca, un point break de derechas considerada una de las mejores olas de El Salvador, un paraíso de las derechas.
“Punta roca es una ola perfecta, muchos lo comparan con J-bay en Sudáfrica pero lo bueno aquí es que no hay tiburones. Y el agua está caliente. Es un país con muchos point breaks cercanos. Hay miles de olas para surfear, desde nivel alto hasta olas para aprender. Es toda una combinación perfecta de olas y buenas vibras en el agua”.
Comenzó a surfear con tan solo 8 años, en el seno de una familia humilde. Sus padres tenían una panadería en La Libertad, en donde Bryan acudía al mercado local a vender el pan. Con 7 años, comenzaba a buscarse la vida, sacándose también algún dinero guardando los coches de los surfistas que acudían a la playa de Punta Roca.
“Vengo de una familia muy humilde y eso siempre lo agradeceré. Uno valora más lo que tiene y lo que consigue. Me hizo luchar más por mis sueños. Siempre me mantuve positivo y ellos me dieron apoyo y humildad, para siempre seguir luchando”.
Casualidades de la vida, fue en este contexto en el que el costarricense Fillingim, al que ganó en Lima en cuartos de final, le regaló su primera tabla con 11 años. Hasta entonces, surfeaba sobre una tabla partida.
“Si a los 8 años, cuando empecé a surfear, me hubiesen dicho que poco más de una década después, iba a competir con los mejores, no me lo creería. Nunca me imaginaría que iba a competir con los mejores del mundo. Estoy orgulloso de donde estoy ahora y mi familia también”.
Por su dedicación, consistencia y amor al surf, Bryan fue identificado como un talento deportivo y reclutado por el ex-atleta y ahora entrenador, Marcelo Castellanos. Años atrás, Marcelo había creado una academia pequeña que acogía a jóvenes talentos sin posibilidad de pagar los campamentos y las clases de surf.
Tan solo 6 años después, llega la consagración de Bryan con un bronce histórico en los Juegos de Lima y un puesto en el TOP 25 del Mundial ISA de Japón.
“Trabajé siempre muy fuerte y me pasaron muchas cosas en la vida. Pero lo que me ha llevado a donde estoy es el mantenerme positivo y con muchas ganas de seguir luchando por mis sueños. También, todos los que me apoyaron desde el principio, fue algo clave, sin ellos no podría haber llegado hasta aquí”.
Hoy, tras una camino que no fue fácil y con múltiples obstáculos, Bryan Pérez ha logrado hacer realidad su sueño de convertirse en surfista profesional. Se ha convertido en un digno embajador de El Salvador y ha pasado de ser un “surfista con el pelo loco” a un héroe nacional.
Ha puesto en el mapa a su país y ahora incluso el gobierno ha puesto en marcha el proyecto Surf City.
“Estoy alegre de que esté ocurriendo esto. Hay buenas olas, buenos atletas, buen nivel de surf y es un paraíso para los surfistas, con agua caliente. Ahora con el gobierno, todos los locales estamos contentos porque vienen cosas buenas para El Salvador. Yo quería que se diesen cuenta de que El Salvador todavía existe, y de que cambiasen la imagen de un país peligroso. Y esto está ocurriendo ahora”.
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